«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Los observadores señalan que «el peligro de colapso es real»

El aumento del gasto de Defensa provoca las primeras fisuras en el Gobierno de coalición entre la CDU y el SPD en Alemania

Friedrich Merz. Europa Press

Estaba cantado desde el primer momento, pero las primeras fisuras han aparecido antes de lo que nadie esperaba. La débil coalición de Gobierno en Alemania, entre los ganadores por la mínima (la democristiana CDU) y los grandes perdedores (los socialistas del menguante SPD) ya empieza a renquear, como predecían casi todos los observadores.

El peligro de colapso es real, a tan poco tiempo de las pasadas elecciones legislativas, y el hecho de que, por primera vez desde que existe la RFA, el vencedor en las elecciones, Friedrich Merz, necesitara dos votaciones para hacerse con la cancillería supuso un augurio significativo.

Lo cuenta el portal húngaro de noticias Mandiner, citando a funcionarios alemanes que se quejan del obstruccionismo de un ala del SPD. El problema, en parte, es que los socialistas no constituyen un partido disciplinado y homogéneo en absoluto: su presidente, ahora vicecanciller y ministro de Finanzas, Lars Klingbeil, fue reelegido al frente de la formación con apenas un 64% de los votos el pasado fin de semana… Y eso que era el único que se presentaba.

Los díscolos en el partido tienen dos razones para torpedear las medidas del Gobierno del que forman parte: el aumento del gasto en Defensa y la empecinada postura de Merz de hostilidad con Rusia. Aunque el canciller no ha enviado todavía misiles Taurus a Ucrania, la opción sigue sobre la mesa.

Un centenar largo de militantes del SPD ha firmado una resolución en la que se oponen al enfoque de Merz en el fortalecimiento de la capacidad defensiva de Alemania, calificándolo de «irracional». En lugar de presionar por un mayor apoyo militar para Ucrania, preferirían entablar conversaciones con Moscú. 

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