Cualquiera que asista mínimamente informado a la orgía de veladas justificaciones al atentado contra el primer ministro eslovaco, Robert Fico (un «infiltrado» en la OTAN, según el ABC) entenderá perfectamente la reacción del Gobierno del país cuando culpa del intento de asesinato a la oposición y a los medios de comunicación dominantes de izquierda.
«Nos habéis puesto a todos en la diana», dijo Ľuboš Blaha, vicepresidente del Parlamento eslovaco y miembro del partido Smer de Fico, en una acalorada rueda de prensa. «Habéis difundido un odio inquietante durante años. Odiabais tanto que la gente nos eligiera que nos perseguíais como animales salvajes. Estos son los frutos de vuestro trabajo. El primer ministro está luchando por su vida gracias a ustedes».
Los «medios progresistas», denuncia Blaha, han avivado el odio contra Fico en relación con su compromiso con la política soberanista y su deseo de poner fin a la guerra en Ucrania con un alto el fuego negociado.
El ministro del Interior del país, Matúš Šutaj Eštok, señaló además que los constantes ataques de los medios y de la oposición contra Fico ayudaron a alimentar el clima que condujo a su intento de asesinato, incluido el uso de un lenguaje deshumanizante.
«Les pido a todos que dejen de acumular ataques y expresiones de odio dirigidas a un bando político u otro. De lo que se desató y muchos de ustedes sembraron, hoy surgió una tormenta. Y poco a poco nos estamos acercando a la guerra civil«, declaró a los periodistas.
