El primer ministro británico, Keir Starmer, condenó el pasado miércoles a la «pequeña e irracional minoría» responsable de los disturbios en varias ciudades tras el trágico apuñalamiento mortal a tres niñas en una clase de danza infantil. Prometió poner fin a estos actos violentos —con medidas como el uso del reconocimiento facial— y señaló que el jueves se identificó al sospechoso, un joven de 17 años.
Starmer afirmó que la reciente ola de violencia está «claramente impulsada por el odio de ultraderecha». Anunció un nuevo programa que permitirá a la policía compartir información más eficazmente entre agencias y actuar con mayor rapidez para realizar arrestos y prevenir disturbios como los que han causado decenas de detenidos y cientos de heridos en los últimos días. «Esto es coordinado; es deliberado», dijo Starmer. «No es una protesta que se haya salido de control. Es un grupo de individuos absolutamente empeñados en la violencia».
El ataque del lunes contra niños que asistían a una clase de baile centrada en Taylor Swift conmocionó al país. Aunque los crímenes con arma blanca son un problema persistente en el Reino Unido, los apuñalamientos masivos son inusuales. Activistas conservadores han aprovechado para protestar contra la inseguridad y la inmigración ilegal.
Rudakubana, que según la policía nació en Gales, no enfrenta cargos de terrorismo, pero sí tres cargos de asesinato por las muertes de Alice Dasilva Aguiar, de 9 años; Elsie Dot Stancombe, de 7; y Bebe King, de 6 años, en la localidad costera de Southport. También ha sido acusado de 10 cargos de intento de asesinato por herir a ocho niños y dos adultos.
En su comparecencia en la Corte de la Corona de Liverpool, Rudakubana, vestido con un chándal gris, no declaró su culpabilidad o inocencia y se le ordenó permanecer bajo arresto sin derecho a fianza, aunque esto podría cambiar una vez que cumpla 18 años. Su próxima audiencia será el 25 de octubre. Los adultos heridos, que están en condición crítica, fueron identificados como Leanne Lucas, que dirigía la clase de danza y yoga, y John Hayes, que intervino en el ataque para proteger a los niños. Los niños heridos no pueden ser identificados debido a su edad. Dos de ellos fueron dados de alta el jueves, mientras que otros cinco permanecen hospitalizados en estado estable.
El Programa Nacional contra Desórdenes Violentos anunciado por Starmer permitirá a la policía actuar de manera coordinada entre comunidades, utilizando tecnología de reconocimiento facial para identificar a los culpables y órdenes de conducta criminal para impedir que los involucrados en disturbios accedan a ciertos lugares o se relacionen entre sí. Sin embargo, Starmer no anunció financiación adicional para este programa, recordando que ya había indicado un aumento en la vigilancia comunitaria al asumir el cargo el mes pasado.
Un grupo defensor de las libertades civiles criticó a Starmer por no abordar las causas del apuñalamiento y del vandalismo, y condenó los planes para usar el reconocimiento facial, que está prohibido en Europa.