El Reino Unido ha rebasado la cifra de 10.000 cruces de inmigrantes ilegales del Canal de la Mancha en lo que va de año, y lo ha hecho en tiempo récord desde que el laborismo está en el poder. El dato, recogido por el Ministerio del Interior, supone un incremento de más del 40% respecto al mismo periodo del año pasado, y marca el inicio más intenso jamás registrado desde que comenzaron los registros masivos de entradas por mar.
Este lunes, 120 inmigrantes ilegales llegaron a las costas británicas, sumándose a los 247 que lo hicieron el domingo en cinco embarcaciones. El volumen acumulado de llegadas ha hecho saltar las alarmas, especialmente porque el umbral de los 10.000 se ha alcanzado un mes antes que en 2024 (cuando se superó el 24 de mayo), y mucho antes que en 2023 (17 de junio) o 2022 (7 de junio), año en el que se batió el récord con 45.755 cruces ilegales.
Según fuentes oficiales, la mejora del tiempo y el estado del mar ha favorecido este repunte. Pero también influye la nueva estrategia de las mafias, que, ante la escasez de embarcaciones provocada por las interceptaciones policiales en Francia, están apiñando a más personas por bote para mantener su rentabilidad.
Desde que Keir Starmer asumió el poder, la media de personas por embarcación ha subido a 55, frente a las 48 que había bajo el mandato de Rishi Sunak y las 26 en tiempos de Boris Johnson.
El caos se refleja también en el mar: el domingo se registraron varios incidentes con embarcaciones en apuros. En uno de ellos, un inmigrante pidió auxilio tras sufrir una crisis médica, siendo rescatado por una patrullera. El resto de ocupantes, sin embargo, rechazaron la ayuda y trataron de continuar su ruta hacia Reino Unido, hasta que fueron interceptados y devueltos a Francia. Otros 29 inmigrantes fueron rescatados al norte de Calais y trasladados al puerto de Boulogne-sur-mer.
En total, al menos ocho personas han muerto este año tratando de cruzar el Canal, pero eso no frena a las redes ni a quienes pagan por estos viajes ilegales.
Un portavoz de Interior ha reiterado que el objetivo del Gobierno es «acabar con los cruces peligrosos en pequeñas embarcaciones», y ha acusado a las mafias de no tener reparos en exponer la vida de los inmigrantes mientras paguen. Para combatirlo, el Ejecutivo afirma estar reforzando la seguridad fronteriza mediante el despliegue de una nueva unidad de élite francesa, lanzando una célula de inteligencia especializada, aumentando las deportaciones, endureciendo la persecución del trabajo ilegal e intensificando la cooperación con otros países europeos.
Pese a estas medidas, el crecimiento de los cruces ilegales sigue sin freno. El modelo laborista de fronteras abiertas, combinado con una respuesta policial insuficiente y unas mafias cada vez más organizadas, ha situado a Reino Unido al borde del colapso migratorio en pleno inicio del verano.