La asistente parlamentaria del eurodiputado del PPE Fulvio Martusciello, Lucía Simeone, ha sido detenida acusada de blanqueo de capitales, pertenencia a una red criminal y prácticas corruptas. La orden de detención fue emitida por las autoridades judiciales de Bélgica, en el marco de una investigación que apunta a una presunta trama de sobornos ligada al gigante tecnológico chino Huawei.
La detención se produjo el jueves 20 de marzo en Italia y forma parte de una operación más amplia que sacude los cimientos del Parlamento Europeo. La investigación ha sacado a la luz cómo varios parlamentarios habrían recibido incentivos económicos a cambio de favorecer decisiones que beneficiarían a los intereses de Huawei dentro de la Unión Europea. Hasta ahora, se estima que al menos 15 eurodiputados estarían siendo investigados.
El propio Martusciello, integrante del Partido Popular Europeo (PPE), está siendo investigado por dos frentes distintos: uno vinculado directamente al caso Huawei, y otro por presuntas irregularidades en la gestión de dietas parlamentarias, junto con el exlegislador europeo Giuseppe Ferrandino. Ambos están acusados de haber falsificado firmas con el objetivo de reclamar compensaciones económicas de manera fraudulenta.
Las pesquisas, que han derivado en múltiples allanamientos en países como Bélgica y Portugal, han tenido como epicentro la sede de Huawei en Bruselas, así como varios domicilios vinculados a sus representantes de presión institucional. Las redadas también han alcanzado oficinas dentro del propio Parlamento Europeo.
Esta operación se encuentra enfocada en esclarecer una posible red criminal dedicada a sobornar a cargos públicos, lavar dinero y manipular documentos oficiales. Como resultado, cinco individuos han sido formalmente arrestados tras hallarse pruebas suficientes durante los registros realizados esta semana.
Uno de los personajes clave que ha emergido en esta trama es Valerio Ottati, un antiguo asesor político que trabajó con dos eurodiputados italianos de los grupos populares y socialdemócratas. Aunque no se ha revelado públicamente la identidad de todos los parlamentarios implicados, los indicios apuntan a una red que abarca representantes de izquierdas, liberales y del Partido Popular Europeo.
