La Cámara de los Diputados de Italia ha aprobado definitivamente la ley de Presupuestos Generales para 2019 del Gobierno de coalición entre el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la Liga, proyecto que tiene el aval de la Comisión Europea tras muchos encontronazos entre Italia y Bruselas.
Las cuentas recibieron 313 votos a favor y 70 en contra en la Cámara de los Diputados, y concluyen así su tramitación parlamentaria tras pasar por el Senado el pasado 23 de diciembre.
El M5S y la Liga, con mayoría, se quedaron solos votando un texto que recibió el «no» de la oposición en bloque: desde la conservadora Forza Italia hasta la izquierda del Partido Demócrata (PD) y Libres e Iguales, y estos dos últimos no participaron en la votación.
Los Presupuestos ‘del cambio’
El texto tiene el aval de la Comisión Europea, después de que Roma haya aceptado rebajar el déficit para 2019 hasta el 2,04 % del producto interior bruto, desde el 2,4 % propuesto en un primer momento y rechazado por Bruselas en una decisión sin precedentes.
Su aprobación se daba ya por descontada, después de que el Ejecutivo superara en la noche del sábado una votación de confianza en la Cámara baja, una medida a la que se recurre para acelerar la tramitación de leyes evitando posibles enmiendas.
Esto ha suscitado la ira de la oposición en bloque, pues denuncia que no ha sido posible proponer enmiendas al texto y se ha impedido el análisis y el debate parlamentario, por lo que el PD ha recurrido al Tribunal Constitucional.
El Gobierno de Giuseppe Conte se justifica al apuntar que las cuentas debían llegar antes de fin de año, y fueron aprobadas finalmente en su conjunto, después de que los legisladores revisaran durante casi nueve horas otros 224 puntos del órden del día.
Han sido bautizadas por el Ejecutivo como los «Presupuestos del Cambio» porque, según defienden, ponen fin a las políticas de austeridad implantadas durante la crisis y apuestan por una tendencia expansiva y por la inversión en infraestructuras.
El objetivo es financiar las promesas electorales de los partidos en el Gobierno desde el pasado 1 de junio, como un subsidio de desempleo conocido como «Renta de Ciudadanía» propuesto por el M5S y la reforma del Sistema de Pensiones y un impuesto único a autónomos de la Liga.
Una de las medidas que trascendieron es la posibilidad de que el ayuntamiento de Venecia, meta turística del país, introduzca una entrada para los visitantes de la ciudad, en sustitución de la tasa de pernoctación en vigor desde el 2011.
