El Gobierno de Italia, liderado por Giorgia Meloni, ha prohibido la instalación de placas solares en tierras agrícolas. De esta forma, el país opta por la protección de los agricultores y el equilibrio ecológico. La nueva normativa no se aplicará a los proyectos que se encuentren actualmente en proceso de aprobación.
El objetivo final del decreto es «evitar la desertificación» del campo italiano. El ministro de agricultura, Francesco Lollobrigida, aseguró que el Ejecutivo llevaba tiempo planteándose regular los paneles fotovoltaicos. «Creemos que la tierra sirve para producir y la producción de energía debe ser compatible con la producción agrícola», decía.
Las asociaciones de agricultores de Italia han recibido muy positivamente la medida para reducir la implantación de placas solares, que también demandan los trabajadores del campo españoles. En nuestro país la instalación de placas solares experimentó una desaceleración en los últimos dos años.
El gobierno ha llevado a cabo la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima recientemente y el objetivo fotovoltaico se ha incrementado en un 94%. Este plan, contrario a los intereses de los agricultores y ganaderos españoles se diseñó en línea con las políticas verdes de Bruselas. Persigue una reducción de un 23% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990. Esto es, eliminar una de cada tres toneladas de gases de efecto invernadero que se emiten actualmente en nuestro país.
