Alemania fue famosa durante siglos por su excelente sistema educativo, que prepara a algunos de los profesionales mejor formados de Europa, pero de unos años a esta parte el sistema está al borde del colapso. Después de todo, ¿cómo puede darse clase en un aula en la que cada vez más alumnos hablan poco o nada de alemán?
La pregunta se la plantea el presidente de la Asociación Alemana de Maestros, Stefan Düll, en declaraciones a la agencia de noticias DTS. «Debido a la inmigración en 2015, la guerra en Ucrania y otros tipos de inmigración constantemente ingresan nuevas personas al sistema, pero al sistema le cuesta actualizarse porque todo va demasiado deprisa», dijo, alertando que la continua llegada de inmigrantes está abrumando el sistema educativo alemán.
Pero, con ser fundamental el problema del idioma, no es el único que está introduciendo la inmigración masiva en las aulas. Además, los estudiantes también están menos motivados. «Cuanto mayor es el porcentaje de inmigrantes, más difícil es motivar a la clase», afirma Düll. En su opinión, el elevado número de inmigrantes también podría provocar que «el grupo de analfabetos sea cada vez mayor». Ya hay un cuarto de alumnos en Alemania en cuarto grado que no sabe leer.
Las críticas de Düll a la inmigración masiva se producen después de que el pasado lunes se presentara el Informe Nacional sobre Educación, que muestra que muchos niños no cumplen ni siquiera los requisitos mínimos de educación en la Escuela Primaria.
En la capital, Berlín, el 40% de los estudiantes no habla alemán como lengua materna, y en ciudades como Hamburgo la mayoría de los estudiantes son de origen inmigrante. En total, un sorprendente 38% de todos los niños que asisten a las escuelas primarias en Alemania son de origen inmigrante.
Eso no sólo reduce el nivel educativo, sino que multiplica la conflictividad en las aulas. Los docentes de Berlín, por ejemplo, necesitaron intervención policial en el sistema escolar cinco veces al día en 2023, y el número no para de crecer.