La Iglesia de Inglaterra, conocida comúnmente como «anglicana», continúa con su deriva progresista y ahora está considerando darle a Dios pronombres neutros para evitar referencias de género, buscando volver más inclusiva la religión escindida del catolicismo por voluntad de Enrique VIII en el siglo XVI.
La Iglesia anglicana confirmó recientemente que su Comisión Litúrgica ha lanzado un proyecto especial para examinar la actualización de las formas de dirigirse a Dios.
Algunos sacerdotes ya han hecho tales cambios, intercambiando las referencias a «él» por simplemente «Dios», y reescribiendo el «Padre Nuestro», haciendo que la oración ―enmendando la plana al mismo Jesucristo, que se la dictó literalmente a sus discípulos― comience por «Padre y Madre nuestro», recoge The New York Post.
Según Times, un sacerdote defendió el lenguaje inclusivo, admitiendo que los críticos «piensan que estamos siendo un poco woke». «Dios no es masculino. Ciertamente no el hombre blanco cis con barba, sentado en una nube a la que parecemos reducir y limitar a Dios tan a menudo», señaló la reverenda Chantal Noppen al medio londinense.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, el jerarca más importante de la Iglesia anglicana, avisó en 2018 que «Dios no es hombre o mujer» o «definible». «Todo el lenguaje humano sobre Dios es inadecuado y hasta cierto punto metafórico», añadió.
Sin embargo, el reverendo Ian Paul, miembro del Consejo de Arzobispos de la Iglesia de Inglaterra, ha criticado esta iniciativa arguyendo que se estaba yendo demasiado lejos. «Si la Comisión Litúrgica busca cambiar esto, entonces se alejará de manera importante la doctrina de la Iglesia de estar basada en las Escrituras», comentó al Times.
«El uso de pronombres masculinos para Dios no debe entenderse como que Dios es masculino, lo cual es una herejía. Dios no es sexuado, a diferencia de la humanidad», subrayó.
«El hecho de que a Dios se le llame ‘Padre’ no puede ser sustituido por ‘Madre’ sin cambiar el significado, ni puede ser neutralizado en género a ‘Progenitor’ sin pérdida de significado. Los padres y las madres no son intercambiables, sino que se relacionan con su descendencia de diferentes maneras», subrayó.
Desde el grupo Mujeres y la Iglesia, una organización que aboga por la «justicia de género» en la Iglesia anglicana, afirmaron que «una mala lectura teológica de Dios como exclusivamente masculino es un generador de mucha discriminación y sexismo contra las mujeres».
El plan surgió por primera vez después de que una reverenda preguntara a la comisión si había una actualización «para desarrollar un lenguaje más inclusivo» dado que «muchas de las oraciones ofrecidas para usar se refieren a Dios usando pronombres masculinos».
El vicepresidente de la comisión, el obispo de Lichfield Michael Ipgrave, respondió que «ha estado explorando el uso del lenguaje de género en relación con Dios durante varios años». «Después de un poco de diálogo… un nuevo proyecto conjunto sobre lenguaje de género comenzará esta primavera», escribió Ipgrave en una respuesta formal.
La Comisión de Fe y Constitución de la Iglesia, que asesora sobre teología, trabajará con la comisión litúrgica para analizar cuestiones relacionadas con los términos de género, confirmó un portavoz de la Iglesia anglicana.
Lo cierto es que, lejos de acercar a la gente, la deriva progresista de la Iglesia de Inglaterra está haciendo que los templos se vacíen en un tiempo récord, hasta el punto de que ya menos de la mitad de los habitantes de Inglaterra y Gales se consideran cristianos.
El ansia por abandonar el anglicanismo afecta incluso a parte del clero. Por este motivo, en 2009, el recientemente fallecido Benedicto XVI impulsó el «ordinariato anglicano», una institución que busca ayudar a miembros de la comunión anglicana que desean unirse a la Iglesia Católica.
Desde entonces, miríadas de anglicanos han pasado a formar parte de la Iglesia católica; incluidos algunos obispos. En 2021, se produjo un caso que cayó como una bomba en el mundo anglicano: Michael Nazir-Ali, obispo emérito de Rochester y uno de los clérigos anglicanos más conocidos, dejaba su solideo episcopal para recibir la ordenación sacerdotal y convertirse en un simple clérigo católico.
Dada la deriva woke cada vez más acelerada del anglicanismo, que desde hace tiempo cuenta con mujeres sacerdotes, prescinden del celibato y, recientemente, anunciaron que bendecirán a las parejas homosexuales, no sería extraño que el trasvase de fieles hacia la Iglesia católica se acreciente en los próximos años.
