LĆderes de la oposición polĆtica en Francia y representantes de los principales sindicatos han criticado los argumentos expuestos por el presidente, Emmanuel Macron, para defender este miĆ©rcoles en televisión su polĆ©mica reforma de las pensiones, acusĆ”ndolo de ser Ā«arroganteĀ» y de mentir sobre la supuesta falta de contrapropuestas.
Para el excandidato presidencial Jean-Luc Mélenchon, de La Francia Insumisa (LFI), Macron ha incurrido en «sus habituales marcas de desprecio» hacia quienes no comulgan con sus medidas y ha afirmado que el plan que propone ahora para evitar que las grandes empresas recompren sus acciones gracias a los beneficios extraordinarios ya lo propuso su partido en febrero y los socios del presidente votaron en contra, según BFMTV.
La presidenta del grupo izquierdista en la Asamblea Nacional, Mathilde Panot, ha asegurado en Twitter que Macron vive en una «realidad alternativa». Es «arrogante, mentiroso e irresponsable», ha sentenciado.
Por su parte, el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, cree que Macron Ā«no comprende a los francesesĀ» y desconoce Ā«la legitimidad de la expresión popularĀ», en alusión a las movilizaciones que se suceden desde enero y que se han recrudecido en los Ćŗltimos dĆas.
Macron ha acusado durante su entrevista a los sindicatos de no aceptar ningĆŗn tipo de medida de compromiso para acercar posturas, algo que han desmentido desde estas organizaciones, que han defendido por boca de varios lĆderes que sĆ han tendido la mano al Gobierno.
«Sólo considera vÔlidas las propuestas alternativas si estÔn de acuerdo con él», ha esgrimido el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martinez, informa Franceinfo.
Una crĆtica compartida con el lĆder de la Confederación Francesa DemocrĆ”tica del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, quien ha alegado que su sindicato Ā«tiene un proyecto de reforma de las pensionesĀ». En este sentido, ha acusado en Twitter a Macron de intentar Ā«reescribir la historiaĀ» para Ā«ocultarĀ» que no tiene una mayorĆa suficiente con la que aprobar su ley Ā«injustaĀ».
La reforma contempla, entre otras medidas, elevar de 62 a 64 años la edad de jubilación y el Gobierno tuvo que recurrir para sacarla adelante a un precepto constitucional que le permite esquivar una votación en la Asamblea Nacional, a costa de someterse este pasado lunes a dos mociones de censura promovidas por distintos grupos opositores.