Estamos «en guerra» con «hordas salvajes de alimañas», declararon portavoces policiales, según asegura el británico The Telegraph. Los principales sindicatos policiales del país amenazaron con rebelarse a menos que el gobierno de Macron restablezca la ley y el orden. «Hoy la policía está combatiendo en una guerra. Mañana entraremos en la resistencia, y el gobierno debe darse cuenta», declararon los sindicatos policiales.
El malestar social se ha propagado como una mancha de aceite por las ciudades francesas por quinta noche consecutiva, con cientos de edificios y vehículos incendiados. El gobierno del presidente Emmanuel Macron no acierta a poner fin a la violencia, que se desató el martes después de que un policía matara a tiros a un delincuente juvenil norteafricano.
La violencia generalizada y total no remite en Francia. Según cifras del Ministerio del Interior, se reportaron 2.500 incendios durante la noche del viernes. Los alborotadores incendiaron 1.350 vehículos y 235 edificios en todo el país. Unas 1.300 personas fueron detenidas, mientras que el gobierno movilizó a 45.000 policías con vehículos blindados para sofocar la violencia.
Lo alarmante es que los sindicatos de la policía francesa amenazan con protestar si el gobierno se niega a reprimir los disturbios. Francia está en un estado cercano a la anarquía. La policía francesa dijo que estaban «en guerra» con «hordas salvajes de alimañas».
Este ensayo de guerra civil en Francia fue predicho ya hace dos años, en mayor 2021, por un grupo de soldados en activo en una carta dirigida al presidente del país, Emmanuel Macron, y al resto de diputados del partido La República en Marcha advirtiendo del riesgo de desintegración de Francia.
La carta, publicada por la revista francesa Valeurs Actuelles, era la segunda de este estilo tras la firmada por un millar de militares, entre ellos veinte generales, en su inmensa mayoría retirados, y hace explícitas distintas verdades incómodas. «Sí, nuestros mayores tienen razón sobre la esencia de su texto, en su totalidad. Vemos violencia en nuestros pueblos y aldeas. Vemos que el comunitarismo se afianza en el espacio público, en el debate público. Vemos que el odio por Francia y su historia se está convirtiendo en la norma», señala. Además, afirman que «se está gestando una guerra civil» y que está en juego la «supervivencia» de su país.
Solo dos días más tarde era la propia policía, a través de sus representantes sindicales, la que advertía de la gravedad y urgencia de la situación nacional. En su carta al presidente Macron, el sindicato de policía Police France advertía: «Los franceses ya no creen en su justicia… La población ya no confía en nuestra tarea y se está armando para defenderse de los criminales, los incidentes del [barrio parisino de] Stalingrad son solo un ejemplo entre muchos. Si no quiere acabar su mandato con el peor historial en seguridad de la historia moderna, nuestro gremio policial le invita a recurrir a lo dispuesto en la Ley de Estado de Emergencia».