La presidenta socialista del Comité de Asuntos Económicos y Monetarios (ECON) del Parlamento Europeo, Aurore Lalucq, ha tomado una controvertida decisión que deja sin representación a esta institución en las próximas reuniones del Consejo de Asuntos Económicos y Financieros (Ecofin) y del Eurogrupo, que se celebrarán los días 13 y 14 de septiembre en Budapest. Lalucq ha optado por ausentarse de estos importantes encuentros debido a que se celebran en la capital húngara, un claro gesto político que ha suscitado críticas, particularmente desde el grupo Patriotas por Europa, al que pertenece la eurodiputada húngara Enikő Győri, coordinadora del ECON.
En una carta dirigida a los miembros del comité, Győri ha expresado su profundo malestar ante lo que ha descrito como «una elección política más que una cuestión de agenda», subrayando que la falta de representación del Parlamento Europeo en estos foros pone en riesgo el acceso a información crucial para la toma de decisiones económicas, justo en un momento clave para Europa.
Lo más preocupante de esta situación es que Lalucq ha tomado esta decisión de manera unilateral, sin consultar a los coordinadores ni a otros miembros del comité, lo que refuerza la percepción de que la izquierda europea antepone sus intereses ideológicos a las necesidades del bloque comunitario. Como ha recordado Győri, el Parlamento ha luchado en ocasiones anteriores para asegurar su derecho a participar en estas reuniones, y ahora, bajo el liderazgo de Lalucq, se renuncia a este derecho adquirido.
La eurodiputada conservadora, ha señalado con claridad que «la Unión Europea no tiene tiempo que perder», y que la participación en todos los foros relevantes es esencial para recuperar el crecimiento y la competitividad. La decisión de Lalucq no solo compromete el papel del Parlamento Europeo, sino que también envía «una señal equivocada» en un momento en que la UE necesita unidad y acción firme frente a los retos económicos.
Esta actitud es representativa de la tendencia de la izquierda europea a anteponer sus prejuicios ideológicos con Hungría a la cooperación efectiva. En este caso, la ausencia del ECON en Budapest es un revés importante para el Parlamento y para la Unión Europea, que se ve privada de una voz clave en la configuración de sus políticas económicas.
Győri, miembro del grupo Patriotas por Europa, ha instado a que esta decisión se debata en la próxima reunión de coordinadores, y ha exigido que Lalucq ofrezca una explicación adecuada a sus colegas. Los ciudadanos europeos, que enfrentan una crisis económica sin precedentes, merecen que sus representantes trabajen en favor del crecimiento y la competitividad, y no que se dejen llevar por caprichos políticos personales.