Los 27 acordaron este jueves avanzar en un gran plan de rearme y abrazaron en una cumbre en Bruselas las propuestas del Ejecutivo comunitario para movilizar hasta 800.000 millones de euros para gasto militar en un momento en el que Donald Trump negocia con Ucrania el fin de la guerra con Rusia.
«Es necesario que todos trabajemos juntos para lograrlo y también cumplir con los requisitos adicionales que tenemos en relación con nuestra defensa común», aseveró el canciller alemán en funciones, Olaf Scholz.
A la reunión en Bruselas también acudió el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que muestra mayor optimismo al confiar en que Donald Trump y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, resolverán la crisis tras el choque del pasado viernes en el Despacho Oval y Washington mantendrá su apoyo a Kiev. Según el neerlandés, el apoyo militar a Ucrania «tiene que continuar». «Acojo con gran satisfacción el hecho de que Estados Unidos y Ucrania, mientras hablamos, estén debatiendo cómo seguir adelante con este asunto y cómo resolver algunas de las dificultades existentes», señaló.
Así, Rutte se mostró «cautelosamente optimista» con que las conversaciones entre Ucrania y Estados Unidos lleven «a buenos resultados» y que «las cosas puedan avanzar positivamente».
Por su parte, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, insistió en que Hungría se sitúa del lado de una coalición de países que apoyan la paz liderada por los Estados Unidos de Donald Trump. «Siempre hemos dicho que debería haber paz porque la economía húngara no puede aguantar la guerra», ha dicho en una entrevista radiofónica.