La capital británica tiene el dudoso honor de haber superado a Nueva York tras la epidemia violenta de los últimos meses.
La capital del Reino Unido ha adelantado a Nueva York en número de homicidios por primera vez desde hace 200 años. Londres, una de las ciudades más multiculturales del mundo, ha sido escenario de quince asesinatos en lo que va de mes, pero Sadiq Khan no parece estar demasiado preocupado.
El laborista puso en marcha una campaña contra las detenciones entre las minorías étnicas. La jefa de policía de Londres, Cressida Dick, admitió que los agentes se han vuelto «temerosos» de enfrentarse a sospechosos ya que «podrían meterse en problemas o no recibir apoyo si tenía una queja».
Dick anunció la creación de una nueva fuerza de choque de 100 agentes contra los crímenes violentos, así como el destino de otros 600 agentes en labores preventivas en las escuelas y en los barrios de riesgo. La comisaria-jefe consideró que la violencia urbana ha alcanzado niveles epidémicos y que requiere ser considerada como «una emergencia de salud pública».
«Internet ha tenido un efecto positivo, pero la tecnología ha tenido también un efecto en la criminalidad, sobre todo por la rapidez con la que ocurren las comunicaciones. Hay una comunicación muy directa entre el lenguaje increíblemente abusivo en las redes y el aumento de la violencia en nuestras calles», sentenció.
En su primer curso como regidor la criminalidad ya aumentó notablemente. Los datos son desoladores: los homicidios, en general, han aumentado en Londres un 27,1% (se produjeron 170) con respecto al curso anterior, mientras que homicidios juveniles se han disparado con un ascenso del 70% (de 20 a 34). Por su parte, los robos han crecido han crecido un 33,4% y los asaltos a domicilios, un 18,5%.
Los crímenes con cuchillo también han aumentado de modo notable: 4.000 más con respecto al curso anterior, lo que constituye un incremento del 31,3% Además, las agresiones con pistola, que nos evocan épocas más ominosas, han crecido más de un 16% (de 2.193 a 2.551).
Pero quizá uno de los datos más preocupante es el referido a las agresiones sexuales; agresiones que se están tornando más habituales de lo que sería deseable en las grandes ciudades europeas. Así, las violaciones han crecido un 18,3% durante el mandato de Khan (de 6.147 en 2015-2016 a 7.273 en 2016/2017).
La sharia, en las calles
La realidad en el caso londinense supera a la ficción. La metrópolis es una de las ciudades más multiculturales del mundo y el uso del hiyab en sus calles es habitual. Los musulmanes forman un grupo importante dentro de la sociedad y el nombre de Mohamed ha desbancado a nombres tradicionales británicos y es ya el más común entre los varones recién nacidos en el país. La firma Baby Centre analizó los nombres más populares y confirmó que Oliver y Jack han perdido su tradicional trono. Mohamed, escrito de diferentes formas, es ya el más utilizado, lo que da cuenta del peso migratorio de la ciudadanía.
Esta población ha creado auténticos guetos en barrios como Newham y Tower Hamlets, donde el verdadero poder está en manos del consejo de la Sharia Islámica de Leyton. El este de la capital británica se ha transformado en una suerte de califato que tiene sus propias leyes, sus propias escuelas, sus propios líderes y sus propios templos. Todos ellos, vinculados o controlados por grupos radicales como el Islamic Forum of Europe (IFE). Creada por Jamaat-e-Islami Chowdhury Mueen-Uddin, condenado a muerte en noviembre de 2013 por el Tribunal de Crímenes de Guerra de Bangladés, la organización extremista tiene un objetivo: imponer un ‘califato’ en Europa.
En esos barrios han proliferado las llamadas patrullas de la sharia, una suerte de policía islámica a espaldas del Estado que trata de hacer cumplir leyes ajenas al propio país. Aunque su propósito suene disparatado, las intenciones del joven no van nada desencaminadas. Efectivamente, muchas zonas y barrios británicos ya no tienen nada que ver con el Reino Unido.
La última medida de las autoridades británicas también va en este sentido. La Oficina de Relaciones Exteriores y del Commonwealth promovió el uso del velo islámico, la prenda que oprime a las mujeres de medio mundo, con motivo del día mundial del hiyab, y regaló este tipo de prendas a todos aquellos que quisieran lucirla.
El FCO -el equivalente británico del Departamento de Estado estadounidense- emitió invitaciones a su personal antes del evento, con las siguientes instrucciones: “¿Te gustaría probar un hiyab o aprender por qué las mujeres musulmanas llevan pañuelo en la cabeza? Ven a nuestro evento. Bufandas gratis para todos aquellos que quieran usarlo durante la jornada. Las mujeres musulmanas, junto con los seguidores de muchas otras religiones, han elegido usar el hiyab”.
Las autoridades se han negado a dar más datos sobre el evento a pesar de la polémica que ha causado, pues son muchos los que no comprenden cómo el gobierno británico puede amparar y financiar este tipo de actividades.
Tres violaciones en apenas una hora
El pasado mes de octubre, The Guardian desveló que una joven de 17 años fue agredida sexualmente por tres hombres diferentes en el plazo de una hora. Según el informe de la policía británica, la víctima volvía a casa, después de pasar una noche con sus amigos al este de Londres, cuando fue abordada por los agresores.
La joven fue atacada por tres hombres diferentes entre las 11.55 pm del viernes 29 de septiembre hasta las 00.55 am del sábado 30 por tres hombres diferentes, el último de los cuales formaba parte de un grupo más numeroso.