La Comisión Europea, igual que la Administración Biden, parecen tener prisa para imponer al planeta la agenda globalista y woke, así que la resistencia empieza a organizarse en serio y a cerrar alianzas para protegerse de esta amenaza. En este contexto, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, se reunió con Marine Le Pen, líder del partido soberanista más antiguo y exitoso de Europa, Agrupación Nacional (RN), en Budapest para unir las fuerzas soberanistas ante las elecciones parlamentarias europeas del próximo año.
Los dos líderes acordaron que los partidos soberanistas de la Unión Europea «tienen que dar una respuesta conjunta y fuerte a las ambiciones imperiales de Bruselas, sus políticas económicas equivocadas y sus políticas sobre inmigración», según el Secretario de Estado de Comunicación Internacional de Hungría, Zoltán Kovács.
Ambos han sido durante mucho tiempo defensores de una mayor representación política a favor de la promoción de los valores familiares, nacionales y cristianos, y han debatido sobre cómo incluir estos temas entre las prioridades de la agenda política europea.
«Siempre es un placer conocer a verdaderos patriotas. Tuve una gran reunión hoy con Marine Le Pen en Budapest. Necesitamos un cambio en Bruselas: esta es la única manera de detener la inmigración ilegal, proteger a nuestras familias y reactivar la economía europea», escribió Orbán desde su cuenta en Twitter/X. Del mismo modo, la nacionalista francesa expresó su honor de reunirse una vez más con el primer ministro húngaro y afirmó que «el pacto migratorio, el Pacto Verde y la invasiva burocracia europea siguen siendo más que nunca temas de gran preocupación para los pueblos y las naciones de Europa».
Los políticos soberanistas de toda la Unión Europea tienen cada vez más confianza en sus perspectivas electorales para junio del próximo año. Tras los éxitos electorales internos en Suecia, Finlandia, Italia y Grecia el año pasado, los conservadores están percibiendo una oportunidad para remodelar la Unión Europea desde dentro después de unos años tumultuosos de inestabilidad económica, alta inflación y conflicto a las puertas de Europa que han visto a los votantes europeos girar hacia adentro.
