El ala más euroescéptica de los conservadores, así como sus socios del norirlandés DUP, han respaldado que May continúe al frente del Gobierno, a pesar de que se opusieron el martes a su pacto sobre las condiciones de salida de la UE.
La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, ha superado la moción de censura contra su Gobierno planteada en el Parlamento por el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn.
Por 325 frente a 306 votos, May ha obtenido la confianza de la mayoría de la Cámara de los Comunes, un día después de perder por un amplio margen la votación sobre el acuerdo del «brexit» al que ha llegado con la Unión Europea.
Tras conocer el resultado, la primera ministra ha afirmado que continuará trabajando para «cumplir con la solemne promesa» de materializar el resultado del referéndum de junio de 2016, en el que los británicos votaron por abandonar la UE.
«Tenemos la responsabilidad de identificar un camino hacia adelante que nos permita obtener el apoyo de esta cámara», ha agregado la jefa de Gobierno, que ha reiterado su intención de conversar con el resto de fuerzas políticas para tratar de encontrar un terreno común.
El ala más euroescéptica de los conservadores, así como sus socios del norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), han respaldado que May continúe al frente del Gobierno, a pesar de que se opusieron el martes a su pacto sobre las condiciones de salida de la UE.
Ambos grupos le exigen que regrese a Bruselas para obtener concesiones sobre el mecanismo de salvaguarda irlandesa, diseñado para evitar una frontera en Irlanda del Norte, a pesar de que la UE se ha mostrado hasta ahora contraria a reabrir el acuerdo, sellado a finales de noviembre.
La primera ministra cuenta con un plazo legal hasta el próximo lunes para regresar al Parlamento y exponer un «plan B» de cara al «brexit», que se materializará, si no se pacta con Bruselas una extensión del plazo, el próximo 29 de marzo.
Durante el debate sobre la moción de censura, May ha argumentado que convocar ahora unas elecciones generales sería «lo peor que podría hacer» el Reino Unido.
«Profundizaría en las divisiones, cuando necesitamos unidad, traería caos, cuando necesitamos certidumbre, y provocaría retrasos, cuando debemos seguir avanzando», ha declarado.
Corbyn, por su parte, ha acusado a la primera ministra de haber «fallado al país» y le ha exigido que dimita para dar paso a unos nuevos comicios.
«Cualquier otro primer ministro que se hubiera enfrentado a una derrota de la escala de la que sufrió (May) anoche habría dimitido y este país podría elegir al Gobierno que desee», ha esgrimido el líder laborista.
Tras perder la moción de censura, Corbyn estará sometido a presión desde sus propias filas para respaldar la convocatoria de un segundo referéndum sobre el «brexit».
El laborista, que ha defendido la necesidad de respetar el resultado de la consulta de 2016, en la que el 51,9 % de los votantes optaron por abandonar la UE, ha sostenido hasta ahora que solo se plantearía un nuevo plebiscito si falla su objetivo de forzar unas elecciones.