El proceso de islamización de Alemania avanza con firmeza, y prueba de ello son las nuevas generaciones. El nombre de origen islámico Mohammed ya es el más popular en tres importantes estados del país, reflejando los profundos cambios demográficos impulsados por la inmigración ilegal.
En Berlín, Bremen y Hamburgo, este nombre encabezó en 2024 la lista de los más utilizados por los padres para nombrar a sus hijos varones recién nacidos. La tendencia también se hizo notar en otras regiones: en Hesse ocupó el segundo lugar y en Renania del Norte-Westfalia, el tercero. El avance es constante y progresivo.
A nivel nacional, el ascenso también ha sido significativo. En el conjunto de Alemania, Mohammed —incluyendo sus múltiples variantes ortográficas— escaló del puesto número 15 en 2023 al número 11 en 2024, consolidando una presencia cada vez más visible entre los nombres elegidos por las familias.
Este fenómeno no es exclusivo de Alemania. En el Reino Unido, por ejemplo, el nombre Muhammad lleva años figurando entre los más comunes. En 2023, fue el nombre masculino más popular en Inglaterra y Gales, manteniéndose en el top 10 desde 2016, según datos oficiales.
Los expertos apuntan a que esta evolución no sólo refleja un cambio cultural vinculado a la inmigración de mayoría musulmana, sino que también plantea interrogantes sobre la integración, la identidad y el rumbo sociocultural de los países europeos que han experimentado una fuerte llegada de población extranjera en las últimas décadas.
La creciente popularidad del nombre, considerado uno de los más emblemáticos del islam, es leída por algunos como una señal del peso creciente de las comunidades musulmanas en el tejido social europeo.
