«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
ANTE LA GUERRA ENTRE ISREAL Y LOS TERRORISTAS DE HAMÁS

Nigel Farage, a Tucker Carlson: «¿Por qué los países musulmanes no aceptan refugiados musulmanes?»

Nigel Farage. Europa Press

Mientras Europa se llena de banderas palestinas en marchas multitudinarias de Londres a París, de Berlín a Bruselas, y los nativos despertamos a las innegables consecuencias a haber dejado entrar en nuestros países a una enorme población foránea que no quiere integrarse y que tiene otras lealtades, los países musulmanes, donde estos «refugiados» podrían encontrar asilo en tierras más cercanas, afines y fáciles para integrarse, se niegan a abrir sus puertas.

Esta es uno de los «enigmas» que plantea el expolítico británico y fautor del Brexit, Nigel Farage, en una entrevista concedida al periodista televisivo Tucker Carlson. Y la pregunta es acuciante, porque la guerra en Gaza promete provocar un nuevo aluvión de refugiados palestinos, al menos tan multitudinaria como la de la guerra en Siria.

Carlson, que no es en absoluto contrario a la inmigración legal y ordenada, recuerda, sin embargo, que «el deber de cualquier Gobierno, su deber principal, es la integridad de su propio país y de sus ciudadanos», y señala hay una clara falta de voces que pidan a los países con economías en auge, como China, que asuman la carga de refugiados. ¿Por qué, en cambio, los países cristianos, históricamente bastiones de refugio, son los únicos que cargan con esta «obligación»?

«Es interesante que nadie diga nunca que China tiene la economía de más rápido crecimiento del mundo y que tiene la obligación de acoger a millones de refugiados», afirma Carlson. Aunque desde aquí le sugerimos una posible respuesta: por la misma razón que Greta Thunberg no va a Pekín a pedir a las autoridades chinas que dejen de abrir centrales de carbón, porque no le harían el menor caso.

Farage destacó el «gran historial del Reino Unido en materia de acogida de refugiados», y señaló que «les fue muy, muy bien en el comercio, las finanzas y el ejército en nuestro país», en términos de grupos perseguidos que el país ha acogido a lo largo de la historia.

Pero al yuxtaponer esto con las recientes oleadas de refugiados, surge un patrón inquietante. Un número significativo de estos refugiados, especialmente de regiones como Gaza, son simpatizantes potenciales de grupos extremistas como Hamás. Dada la avalancha de incidentes impulsados por extremistas en Occidente, particularmente en el Reino Unido, uno no puede evitar preguntarse: ¿están los países occidentales, consciente o inconscientemente, sembrando las semillas de su propio malestar social?

«Así que si llevamos un número significativo de Gaza a nuestro país, tendremos entre ellos un porcentaje significativo de simpatizantes y partidarios de Hamás «, dijo Carlson.

A lo que Farage respondió: «¿Y no deberían ser los egipcios? ¿No deberían ser los saudíes? ¿No deberían ser sus correligionarios en esa parte del mundo? Y qué interesante que Arabia Saudí no se llevó a una sola persona de Siria porque les preocupaba el impacto que tendría en la sociedad saudita. Correcto. Y lo mismo ocurre con Egipto».

Según Farage, «hemos permitido que el virus del marxismo se arraigue en nuestros países», señalando cómo Reino Unido y Estados Unidos están siendo adoctrinados con una mezcla tóxica de culpa por su pasado colonial, acusaciones de racismo institucional y una serie de otras narrativas divisivas. Mientras tanto, las voces conservadoras, que podrían contrarrestar esta espiral descendente, siguen silenciadas por un establishment mediático cobarde. «La cobardía conservadora a través de la política y los medios de comunicación ha provocado mucho de esto», concluye.

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