Suecia, país neutral asociado a la OTAN, acoge desde este lunes y durante tres semanas las mayores maniobras militares en 24 años y en las que por primera vez países de la Alianza, incluido EEUU, desplegarán tropas en territorio sueco.
Cerca de 20.000 soldados y personal civil suecos y unos 1.500 militares de Estados Unidos, Estonia, Dinamarca, Noruega, Lituania, Francia y la también neutral Finlandia estarán presentes en «Aurora 2017», que incluye maniobras por tierra, mar y aire en el Báltico, el interior del país y la costa oeste.
La iniciativa ha recibido críticas de movimientos pacifistas y del Partido de Izquierda, aliado del Gobierno rojiverde en minoría y única de las ocho formaciones presentes en el Parlamento que se ha mostrado en contra de las maniobras, que sus detractores creen que empeorarán la relación con Rusia y cuestionan la neutralidad sueca.
«Son maniobras suecas, hemos invitado a países socios con los que nos ejercitamos en otras ocasiones, así que no veo dónde está la controversia, esto no afecta nuestra política de neutralidad», declaró anoche en la televisión pública SVT el ministro de Defensa sueco, el socialdemócrata Peter Hultqvist.
El Gobierno justifica el despliegue por el cambio en la situación de seguridad en la región, y resalta que el objetivo es mejorar la capacidad defensiva de las Fuerzas Armadas suecas.
Que el supuesto bélico elegido para las maniobras sea que un gran país del este, cuyas fronteras se asemejan a las rusas, ataque a otro más pequeño en el Báltico no tiene un significado especial, ha matizado Hultqvist, quien resalta que en todos estos ejercicios «siempre hay atacantes y defensores».
La celebración de «Aurora», que tiene un coste estimado de 61 millones de euros y coincide con otras maniobras impulsadas por Rusia en la zona, supone un paso más en el cambio experimentado en la política de defensa sueca en los últimos dos años y medio.
Estocolmo ha intensificado en este tiempo su colaboración con la OTAN y, hace menos de un mes, su Gobierno presentó un plan para destinar 8.100 millones de coronas (852 millones de euros) adicionales al presupuesto de defensa en los próximos tres años, el tercer aumento en dos años tras un período de recortes.
Suecia ha enviado por primera vez desde 2005 un destacamento permanente a la isla báltica de Gotland y ha restablecido el servicio militar obligatorio siete años después de suspenderlo.
El Parlamento sueco aprobó por clara mayoría hace un año un acuerdo firmado por el anterior Ejecutivo para permitir el despliegue de tropas de la Alianza en su territorio, que se aplica ahora por primera vez con «Aurora».
En los últimos tiempos se han sucedido también algunas situaciones de cierta tensión, como cuando en otoño de 2014 las autoridades suecas denunciaron la presencia de un submarino en sus aguas, apuntando a Rusia sin mencionarla, aunque meses más tarde se descartaron las fotos tomadas por particulares, la prueba principal.
Estocolmo también ha protestado contra lo que considera crecientes violaciones de su espacio aéreo por cazas rusos, aunque también ha reconocido actos similares de aviones de otros países como Francia y Estados Unidos.
Aunque el Gobierno mantiene formalmente su defensa de la tradicional neutralidad, la oposición ha cambiado de política y defiende ahora el ingreso en la Alianza.
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