«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Señala que el «deterioro» del estándar de vida de los húngaros fortaleció a la oposición

Una eurodiputada húngara del PP celebra que Bruselas empobrezca a su país con el bloqueo de fondos porque ayuda a derribar al Gobierno de Orbán

La eurodiputada húngara del PP, Kinga Kollár. Redes sociales

La eurodiputada húngara Kinga Kollár, del partido Tisza y miembro del grupo del Partido Popular Europeo (PPE), ha celebrado en el Parlamento Europeo que el bloqueo de fondos comunitarios a Hungría haya empeorado las condiciones de vida en el país. Considera que este castigo económico «ha fortalecido a la oposición» y podría ser clave para derribar al Gobierno patriota de Viktor Orbán en las próximas elecciones.

Durante una intervención en la Comisión de Presupuestos, Kollár reconoció con satisfacción que «aproximadamente 21.000 millones de euros han sido suspendidos». Estos fondos, congelados por la Comisión Europea bajo el pretexto de supuestas deficiencias en el «Estado de Derecho», están teniendo, según sus propias palabras, un «impacto serio» en el funcionamiento del país.

«El Estado húngaro no puede invertir en infraestructura pública, no puede apoyar la economía húngara y no puede proporcionar servicios sociales básicos a su gente», señaló la eurodiputada. Y añadió: «50 hospitales podrían haber sido renovados, lo que no sucedió». Lejos de lamentarlo, Kollár lo calificó como un éxito: «La regulación condicional ha sido muy efectiva (…). El deterioro del estándar de vida de los húngaros de hecho fortaleció a la oposición».

Estas declaraciones han provocado una oleada de indignación tanto en Hungría como en otros países europeos, al evidenciar lo que desde hace años denuncian los partidos soberanistas: el uso abiertamente partidista de los mecanismos de la Unión Europea para castigar a gobiernos legítimos que no se alinean con la agenda ideológica del consenso globalista.

El portavoz internacional del Gobierno de Viktor Orbán, Zoltán Kovács, reaccionó a través de sus redes sociales: «Si alguien tenía dudas sobre lo que representan los lacayos de Manfred Weber y el Partido Popular en el Parlamento Europeo, aquí está la eurodiputada de Tisza, Kinga Kollár, celebrando el ‘deterioro del nivel de vida’ del pueblo húngaro debido a la congelación de la financiación de la UE ya que les ayuda a ser elegidos».

En Polonia, el Partido Popular Europeo ya mostró su rostro real a través de Donald Tusk, quien tras arrebatar el poder al partido Ley y Justicia (PiS) con el respaldo total de las instituciones europeas y los medios del establishment puso en marcha una brutal campaña de represión contra los conservadores, cerrando medios, depurando instituciones y «pisoteando las garantías constitucionales» con la complacencia de Bruselas.

Ahora, el PPE ha puesto sus ojos en Hungría. Peter Magyar, líder del partido Tisza —el mismo al que pertenece Kinga Kollár— ha sido promocionado como el nuevo referente de una alternativa al Gobierno de Fidesz. La estrategia es clara: utilizar el dinero de los contribuyentes europeos para intervenir en la política interna de los Estados miembros, castigando al votante por «elegir mal» y premiando a los partidos que se someten al dogma federalista, multicultural y progresista.

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