El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, manifestó que tener «una clase media fuerte será la cuestión clave en los próximos 15 o 20 años, y refirmó que frente a ello existen «amenazas» como la inmigración: «Sólo podrán tener éxito aquellos países en los que un orden social basado en la clase media sea inquebrantable».
Así, destacó los logros de su Gobierno desde 2010 para ese fortalecimiento de la clase media: «Nueve de cada diez húngaros son propietarios de viviendas», dijo, antes de recordar que la participación en la fuerza laboral entre las personas de 20 a 64 años ha pasado del 64% al 81%, mientras que la riqueza financiera de los hogares se ha cuadriplicado, un hecho que coloca a Hungría en el puesto 13 de la Unión Europea en términos de ahorro financiero. «Estos éxitos son el resultado de políticas diseñadas para proteger a la clase media de las vulnerabilidades observadas en muchas naciones de Europa occidental», aseveró Orbán.
En este sentido, compartió que Hungría lleva15 años construyendo un «modelo soberanista» y ha aprendido lecciones clave. “La primera es que la estabilidad y la seguridad serán más importantes que nunca», agregó. También afirmó que una nación incapaz de defenderse» sólo puede estar subordinada «en la jerarquía global». La inmigración, recordó, es y seguirá siendo un tema central que «amenazará la seguridad y la estabilidad de las naciones europeas».
Viktor Orbán sostuvo además que el éxito en esta nueva era también dependerá de la capacidad de adoptar e innovar nuevos modelos de gobernanza: «Estamos presenciando el colapso de los modelos de gobernanza neoliberales». Las naciones tendrán que desarrollar, a su juicio, sistemas adaptados a su cultura y sus características nacionales.