Ursula Von der Leyen quiere seguir al frente de la Comisión Europea. Tras un primer mandato liderando el máximo órgano de la Unión Europea, la político alemana pretende revalidar su liderazgo. Para ello, sin embargo, necesita primero el apoyo de los suyos. Tal es así, que el pasado domingo Von der Leyen telefoneó al presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, para amarrar los apoyos de los populares españoles, tal y como reconoció el propio Feijoo en el Comité Ejecutivo Nacional.
Antes de las elecciones al Parlamento Europeo, decisivas para lograr el apoyo de los ciudadanos europeos y después revalidar en la Comisión, el Partido Popular Europeo va a celebrar un congreso en Bucarest, la primera semana de marzo. Uno de los objetivos de esta convención popular pasa por fijar un candidato para la Comisión. El candidato del grupo mayoritario en la Eurocámara.
Lo cierto es que el apoyo del PP resulta decisivo, dado que los eurodiputados españoles tienen un gran peso dentro del grupo europeo. El respaldo de la delegación española blindaría así la candidatura de Von der Leyen, apoyada principalmente por los democristianos alemanes del CDU. Y aunque hace cinco años la alemana tuvo que enfrentarse al popular Manfred Weber, líder del partido europeo, en esta ocasión Weber ya se ha manifestado a favor de la actual presidenta: «Una Europa fuerte necesita un liderazgo fuerte del PPE y de Ursula von der Leyen».
No se espera, sin embargo, que el apoyo sea en balde. Fuentes populares explican que Feijoo quiere arrancar a Von der Leyen un mayor compromiso con la independencia judicial en España y una mayor atención a las irregularidades de Pedro Sánchez por parte de la Comisión Europea. Von der Leyen, sin embargo, mantiene una estrecha relación con Sánchez, por la que ha sido acusada de excesiva amistad con el socialista.
A Feijoo no se le escapa, apuntan en Génova, el malestar de todos los españoles con Von der Leyen, que ha apoyado abiertamente la gestión de Pedro Sánchez y ha levantado suspicacias entre los eurodiputados españoles: «Aquí no es muy querida y pueden que algunos no la voten en el congreso de Bucarest», explica alguno de los parlamentarios consultados. Pese a ser «adorada por los primeros ministros», no todos sus colegas del PP europeo quieren un nuevo mandato de Von der Leyen.
