Las autoridades brasileñas han aumentado este miércoles a 162 el número de muertos por las inundaciones que han afectado al estado de Río Grande del Sur desde principios de mayo, dejando unas 75 personas desaparecidas y que han causado «el mayor desafío de la historia» del territorio.
Más de 581.000 personas se han quedado sin hogar, de las que casi 70.000 se encuentran ya en albergues estatales, según datos de la Defensa Civil de Río Grande del Sur, que ha emitido otra alerta por intensas lluvias en el estado.
Las fuertes precipitaciones e inundaciones sin precedentes que han anegado casi la totalidad del estado de Río Grande del Sur más de 800 heridos, de un total de 2,3 millones que se han visto afectados de alguna forma por unas lluvias que han azotado 467 de los 497 municipios, ha publicado la Agencia Brasil.
Se trata del «mayor desafío de la historia» del Departamento Municipal de Limpieza, según ha dicho su director general, Carlos Hundertmarker, según recoge el portal de noticias G1. «Es un trabajo que no conseguimos todavía calibrar cuántos miles de toneladas de residuos vamos a retirar», ha dicho.
Críticas a la respuesta del Gobierno de Lula da Silva
La respuesta gubernamental ha revelado ineficiencia del Estado en la gestión de crisis. La visita a la zona de Lula y su comitiva, compuesta por trece ministros, contribuyó poco a resolver los problemas prácticos enfrentados por la población afectada. Declaraciones como la de la ministra de Planificación, Simone Tebet, de que el dinero de emergencia solo llegaría «cuando el agua baje», evidenciaron la desconexión del Gobierno con la realidad urgente en el terreno. J.R. Guzzo señaló la burocracia y la falta de coordinación como obstáculos principales en la mitigación de los daños.
