Tras la confiscación de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA) en Nicaragua se han producido hasta ahora cuatro detenciones, en medio de una feroz embestida de la dictadura del régimen de Daniel Ortega en contra de este reconocido centro privado de estudios superiores
Mayela Campos y Josseth Miranda, estudiantes y activistas disidentes de dicha universidad, fueron detenidos el 21 de agosto por la Policía de Nicaragua. Además de ellos esta semana la dictadura se habría llevado a Adela Espinoza Tercero, quien también funge como dirigente estudiantil de la UCA, además de detener a la joven Gabriela Morales, estudiante de la también cancelada Universidad Juan Pablo II.
«El régimen (de Daniel Ortega) sigue secuestrando jóvenes inocentes», señaló la opositora Alianza Universitaria Nicaragüense en su cuenta de X.
En días pasados la dictadura sandinista ordenó el traspaso de las instalaciones y las cuentas bancarias de al UCA al Estado, señalando a la Universidad de ser un «centro de terrorismo, organizando grupos delincuenciales».