Tras la realización del balotaje el domingo en Guatemala, Bernardo Arévalo, el candidato del Movimiento Semilla, se convirtió en el nuevo presidente del país centroamericano, superando a la ex primera dama Sandra Torres Casanova, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
En concreto, con el 100% de los votos totalizados, Arévalo logró sumar 2,4 millones de votos (58%), frente a los 1,5 millones acumulados por Torres (37%), en un contexto marcado por una abstención que rondó el 55%.
Guatemala es considerada actualmente la economía más importante dentro del conjunto de países que conforman a América Central, con una población ligeramente superior a los 17 millones de habitantes.
«Lo que el pueblo grita es ‘basta ya de tanta corrupción’ (…). Trabajaremos por garantizar instituciones que ganen su confianza (…). Esta victoria es del pueblo y ahora, unidos como pueblo de Guatemala, lucharemos contra la corrupción», dijo el nuevo presidente guatemalteco en su primera comparecencia pública luego de la segunda vuelta, de acuerdo a lo reseñado por BBC Mundo.
Precisamente la lucha contra la corrupción, más allá de los asuntos ideológicos, fue el tema central de la campaña de Arévalo, quien logró hacer calar en el electorado la idea de que dicho combate pasa ineludiblemente por cambiar al establishment que ha conducido los destinos de la nación, siendo él además la única opción antisistema dentro del menú político guatemalteco. No por nada su slogan de campaña simplemente prometía «Cambio y futuro».
Y es que, curiosamente, aunque él y Torres eran candidatos que compartían el mismo corte centro-izquierdista, la ex primera dama terminó siendo percibida por los votantes simplemente como una integrante más de dicho statu quo político. Cosa no muy difícil si se tiene en cuenta que la aspirante de UNE había intentado -sin éxito- en varias ocasiones acceder a la presidencia.
En 2011 tuvo la intención de hacerlo, pero una complicación legal se lo impidió. En 2015 formalizó su primera candidatura presidencial. En 2019 volvió a intentarlo e incluso llegó a la segunda vuelta, donde cayó derrotada ante al actual mandatario del país, el conservador Alejandro Giammattei.
Por su parte, Arévalo terminó siendo percibido como un elemento con cierta frescura dentro de una política anquilosada. Hijo del expresidente Juan José Arévalo, «Tio Bernie», como es conocido en los sectores juveniles de la población que le extendieron su respaldo, tiene 64 años, es sociólogo de profesión y se ha desempeñado como diplomático de su país. Desde 2019 fungía como diputado de Semilla.
La prensa progresista internacional ha celebrado su ascenso al poder, dado su discurso en contra de las élites corruptas; sin embargo, los planteamientos en materia económica y social de Arévalo son más bien vagos, desconociéndose con exactitud -de momento- sus posiciones sobre la propiedad privada, los mercados, el derecho a la vida o la familia tradicional, por ejemplo.
De nuevo, cuando se analiza en profundidad lo ocurrido este domingo en la nación centroamericana se llega a la conclusión de que más que por asuntos ideológicos específicos, el voto hacia Arévalo se movilizó fundamentalmente por su capacidad de crear un mensaje antiestablishment y anticorrupción, en abstracto.
Durante la campaña además jugó un rol fundamental el nivel de victimización que alcanzó el Movimiento Semilla -fundado originalmente como un grupo de reflexión en 2014- tras ser interpelado en varias ocasiones por el Ministerio Público del país, quien incluso llegó a allanar la sede de la formación. Vale recordar que la propia candidatura del hoy presidente electo estuvo en vilo cuando se asomó que el partido había utilizado firmas falsas para legalizarse como movimiento político.
Por lo pronto el reto de Arévalo estará en tratar de sacar adelante sus propuestas en medio de un contexto en el que su partido sólo cuenta con 23 escaños (de 160) en el Congreso, por lo que probablemente tendrá que apelar a alianzas con otras fuerzas políticas del país para lograr darle gobernabilidad a su administración.
El mismo domingo el actual presidente, Alejandro Giammattei, extendió en la red social X su felicitación «a los guatemaltecos por la realización de las Elecciones 2023 en paz, con pocos incidentes aislados», al mismo tiempo que recalcó que conversó con el nuevo mandatario electo «para felicitarlo e invitarlo a tener una reunión en Casa Presidencial» y así «programar la transición más ordenada y completa que ha acontecido en el país».