La presidenta de Perú, Dina Boluarte, ha negado en redondo que sus fuerzas de seguridad cometieran ejecuciones extrajudiciales o masacres durante las protestas políticas que sacudieron el país, en particular de enero a marzo de este año, en respuesta a un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En el adelanto de una entrevista al diario El Comercio, que será publicada en las próximas horas, Boluarte niega igualmente que las muertes ocurridas durante las recientes protestas políticas —que dejaron en torno a 60 muertos y cientos de heridos entre los manifestantes— hayan tenido motivaciones raciales.
«Vamos a rechazar rotundamente que aquí no ha habido ninguna ejecución extrajudicial; menos una masacre, y que ello haya tenido que estar enmarcado en una estigmatización racial», indicó en un extracto publicado por la agencia de noticias Andina donde añadió que el Gobierno se tomará el informe de la CIDH «como lo que está» y «sin mayores matices».
En otro adelanto, esta vez en la web del propio El Comercio, Boluarte también marcó distancias con la actuación de las fuerzas de seguridad. «Los ministros ni la presidenta tenemos comando para decidir sobre los protocolos que las Fuerzas Armadas o la Policía Nacional tienen», ha señalado.
Cabe recordar que, este pasado sábado, un panel del Congreso archivó la denuncia presentada contra la presidenta y algunos ministros y exministros por los muertos y heridos que dejaron los enfrentamientos y la actuación de la Policía y las Fuerzas Armadas.
Boluarte, en este sentido, recordó que la investigación sobre las muertes durante las protestas iniciadas en diciembre del año pasado «está en manos de la Fiscalía y ella tendrá que valorar en sus investigaciones qué pasó, qué hubo y, de ser el caso, identificar de manera individualizada a la persona» responsable.
