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LA DERECHA, FAVORITA EN LOS SONDEOS

Chile elige este domingo a los miembros que redactarán la Constitución tras el fracaso del primer intento

Urna de votación en el plebiscito constitucional de Chile. Europa Press

Este domingo 7 de mayo, en Chile se realizarán las elecciones de consejeros constitucionales. Estos comicios son parte del segundo proceso constitucional que vive el país. Sin embargo, a diferencia del primer proceso constituyente —donde las izquierdas se impusieron de manera aplastante en la ex Convención Constitucional—, numerosos sondeos sostienen que éstas serán castigadas por los chilenos, por lo que se estima que las derechas se impondrán en estos comicios. Entre los motivos estarían el mal manejo del Gobierno del presidente Boric en materias de economía, seguridad pública, inmigración y los indultos.

Tras la derrota que sufrió la izquierda refundacional en el plebiscito de salida con la victoria de la opción «Rechazo», el pasado 4 de septiembre, el presidente Gabriel Boric negoció con distintas fuerzas políticas la posibilidad de continuar con la agenda para redactar una nueva Constitución. Así, tras meses de negociaciones, presentaron los «doce bordes constitucionales» los cuales representan una guía de ruta en esta segunda discusión constitucional.

Aunque en esta oportunidad no se estipuló un plebiscito de entrada —en que se consultara a los chilenos si están de acuerdo o no con un segundo proceso—, en su lugar, la institucionalidad propuso un «Consejo Constitucional» integrado por tres órganos: la Comisión Experta, los Consejeros Constitucionales y el Comité Técnico de Admisibilidad, los cuales elaborarán un anteproyecto constitucional para que los chilenos decidan en un referéndum de salida si están de acuerdo o no con dicha propuesta.

La Comisión Experta está compuesta por 24 integrantes, quienes fueron designados por el Congreso. Su misión, desde su instalación a inicios de marzo, ha sido elaborar un anteproyecto constitucional que no ha estado exento de discusiones ideológicas a pesar de la trayectoria académica de sus integrantes, en especial al momento de consagrar qué tipo Estado primará en el país. Con todo, al avance de esta labor se sumará el Consejo Constitucional, compuesto por 50 personas elegidas a través de las urnas este domingo 7 de mayo. Es decir, tendremos al menos 75 miembros trabajando en conjunto en las instalaciones del ex Congreso Nacional.

El Consejo Constitucional será integrado por 25 mujeres y 25 hombres. Además, considera escaños reservados para pueblos originarios que se calcularán según la cantidad de ciudadanos que vayan a votar, obteniendo probablemente uno o dos representantes. Se instalará el próximo miércoles 7 de junio y tendrán cinco meses para trabajar en una propuesta definitiva. El quórum para aprobar las normas equivale al tres quintos de sus miembros. No obstante, si no hay acuerdo en alguna iniciativa, trabajarán en Comisiones Mixtas con seis miembros del Comité de Expertos y seis integrantes de los Consejeros Constitucionales para dirimir dicha situación.

Luego, el texto final pasará al Comité Técnico de Admisibilidad, compuesto por 14 juristas, quienes deben contar con al menos 12 años de trayectoria. Su rol es velar por que la propuesta de Constitución respete los bordes constitucionales. Finalmente, la propuesta definitiva se presentará a los chilenos el 7 de noviembre, para que el 17 de diciembre voten en un plebiscito de salida si están «a favor« o «en contra» —desplazando la nomenclatura «apruebo» o «rechazo»—.

Sin embargo, y a pesar de que este proceso no ha tenido la misma cobertura mediática que el que tuvo el anterior, distintos analistas sostienen que en estas elecciones de Consejeros Constitucionales el voto favorecerá a aquellos que militan en un partido político en lugar de los independientes, y que hay altas probabilidades de que las derechas logren más candidatos electos, revirtiendo la composición que tuvo la anterior Convención Constitucional.

De hecho, se estima que las derechas (pacto Chile Seguro y la lista del Partido Republicano) alcancen las tres quintas partes de los escaños, lo que podría reafirmarse con los posibles candidatos electos del Partido de la Gente. En suma, se observa una consolidación y mayor adherencia ciudadana a la actual oposición. Asimismo, se estima que el Partido Republicano será el partido político que obtenga mayor apoyo electoral.

Según el analista político Pepe Auth, este posible escenario se explicaría porque las izquierdas están fragmentadas, lo que queda en evidencia en las franjas televisivas como en su despliegue ante la coyuntura nacional. No obstante, a pesar de esta situación, observa que, en las izquierdas, el pacto «Apruebo Dignidad» —Frente Amplio y Partido Comunista— se impondrá.

A este escenario se debe considerar que la desaprobación a la gestión del presidente Boric se mantiene en 62% según la última encuesta Cadem, la que también explica que entre las razones para desaprobar a la cabeza del Ejecutivo se encuentran la delincuencia y orden público (62%), la falta de experiencia para gobernar (54%), la economía y el costo de vida (33%) y los indultos (16%).

Por otro lado, a diferencia del primer proceso constituyente, en el que el Ejecutivo lideró la campaña de la opción «Apruebo» con un alarmante intervencionismo electoral, en este segundo proceso el Gobierno ha buscado mantenerse al margen. Es más, el mismo presidente no ha tenido apariciones mediáticas en las últimas semanas y desde el Gobierno no han informado a la ciudadanía sobre proceso. Esto se explica porque en La Moneda hay una gran preocupación ante los escenarios de este domingo y saben que una mala vocería o punto de prensa puede impactar negativamente a las izquierdas en las elecciones.

Tal es la preocupación dentro del oficialismo, que hay sectores que han llamado incluso a anular y/o rechazar este proceso en el plebiscito de salida a pesar de sus insistencias de dejar atrás la Constitución vigente. Esto se evidencia con los dichos del presidente de Revolución Democrática (partido del Frente Amplio), el senador Juan Ignacio Latorre, quien confesó su preocupación por los posibles resultados, ya que si efectivamente las derechas logran sumar tres quintas partes de los miembros, teme que «el texto quede peor que la Constitución del 80. Se arriesga a rechazar el texto».

Justamente, desde sectores extraparlamentarios, especialmente de las izquierdas, se ha llamado a votar nulo en estas elecciones porque lo estipulado en los doce bordes constitucionales no cumple con las expectativas refundacionales que les gustaría.

Sin embargo, la principal discusión en la Comisión de Expertos se ha dado en torno al debate sobre «Estado social y democrático de Derecho» versus «Subsidiariedad». Pero, a pesar de que se ha insistido que serían compatibles, no cabe duda de que son dos tipos de Estados diferentes. Es más, distintas voces de las izquierdas han afirmado que la primera visión implica superar completamente a la segunda. Y es factible sostener que la discusión de los Consejeros Constitucionales se jugará en esta cancha.

En suma, estas elecciones no solo son relevantes porque se elegirán a aquellos que redactarán una segunda propuesta de Constitución, sino porque servirán de termómetro para medir la configuración de las fuerzas políticas en Chile. Es decir, serán el símil de las elecciones de medio mandato (las midterms) de Estados Unidos, y el gobierno de Boric así lo entiende.

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