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Alfredo del Mazo Maza, el último priista en gobernar el Estado de México tras más de 90 años

Corrupción y pactos de poder: así se ha hecho López Obrador con el Estado de México 

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Europa Press

Alfredo del Mazo Maza se ha convertido en el último priista en gobernar el Estado de México tras más de 90 años y ha dejado a manos de Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador, el estado más poblado y con mayor impacto en las urnas del país. 

Delfina Gómez será la nueva gobernadora del Estado de México y la primera mujer en conseguir una gobernatura en el país. Su candidatura estuvo apoyada abiertamente por el presidente de la República incluso antes de ser inaugurada la campaña electoral, y es que para Morena el triunfo de Gómez era una pieza clave para reforzar el poder de López Obrador. Desde 1998 ningún presidente había tenido tantos gobernadores afines, 23 en total con el del Estado de México.

A las denuncias de la oposición sobre el apoyo ilícito del presidente antes y durante la campaña de Gómez, se les suma el escándalo dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Alejandro Moreno Cárdenas, líder nacional del partido, ha hecho pública su acusación contra el todavía gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, por haberle dado la espalda a su partido y a Alejandra Moral, la candidata elegida para representar a la coalición electoral Va por México, conformada por todas las demás formaciones principales del país, el Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). 

Fuentes internas del partido apuntan a un pacto de salida entre Del Mazo y miembros de Morena, parecido al que en su día pudo llegar a cerrar el expresidente Enrique Peña Nieto con el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador: Entregar el poder a cambio de no ser investigado una vez haber dejado el puesto. Tanto Del Mazo como Peña Nieto han sido miembros del famoso Grupo Atlacomulco, que llegó a ser el pilar político del priismo en esta región y que ha estado siempre ligado a escándalos de corrupción. 

Tras casi un siglo, el descalabro electoral de los de Atlacomulco, deja en el poder al Grupo de Texcoco, que recibe este nombre por los líderes de Morena nacidos en esta ciudad, como Horacio Duarte, Delfina Gómez, que además fue alcaldesa de este municipio e Higinio Martínez, el que fue dos veces elegido como alcalde de Texcoco y que dejó el poder tras haber salido a la luz los contratos públicos que presuntamente recibió su sobrino, Carlos Javier San Nicolás Miranda desde que Martínez llegó al poder en el 2003, todavía siendo miembro del PRD. Más tarde, en el 2016, cuando retomó el poder, esta vez con Morena, la polémica llegó con los «diezmos», los descuentos del 10% de los salarios de los trabajadores que acabaron en las arcas del partido de López Obrador. 

A pesar de esto, Higinio Martínez, actualmente es senador de la república y con el último triunfo de Morena, se ha convertido también en el asesor y mano derecha de Delfina Gómez, que aseguraba la noche electoral que bajo su mandato «no habrá nada de corruptelas, nada de ‘transas’.  

El territorio mexicano se tiñe así de granate y el presidente López Obrador ve cada más cerca la consolidación de la hegemonía de Morena: «El pueblo no va a permitir que se dé marcha atrás a lo que ya inició con esta Cuarta Transformación».

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