El presidente ecuatoriano Daniel Noboa se posiciona como el claro favorito en las encuestas para obtener el triunfo en las elecciones generales previstas para el próximo 9 de febrero en el país sudamericano, y en donde la principal interrogante es si logrará hacerlo en primera vuelta.
En Ecuador -que posee un sistema electoral de dos vueltas- un candidato puede hacerse con la victoria en primera vuelta si obtiene la mitad más el uno por ciento de los votos durante la misma, o bien si recaba el 40% de los sufragios y aventaja a su más cercano competidor por al menos 10 puntos porcentuales.
Noboa, que fue electo en octubre de 2023 para completar el período del expresidente Guillermo Lasso, intentará esta vez desempeñar el cargo durante un mandato completo, que debería extenderse hasta 2029. Todo ello en un entorno signado por el problema de la violencia asociada a las bandas del narcotráfico en la región costera del país y los recientes problemas en el suministro de luz eléctrica por los que atravesó la nación.
Así las cosas, recientemente la encuestadora Ipsos le otorga a Noboa un 50% de intención de voto, frente al 34,6% registrado por la candidata correísta Luisa González. Les siguen otros candidatos con escasas posibilidades de triunfo, como la ambientalista Andrea González Náder (5,7%) y el indigenista Leonidas Iza (2,6%).
Otro sondeo reciente, realizado por la firma Comunicaliza, retrata un escenario un poco más competido, en donde el mandatario registra para finales de enero una intención de voto del 38,1%, frente al 32% de Luisa González.
Justamente en 2023 Noboa se impuso ante Luisa González por un 52,2% de los votos frente al 47,7% recabado por la abanderada correísta.
Daniel Noboa es actualmente el presidente más joven de toda Iberoamérica, al contar con sólo 37 años de edad. Al inicio de su mandato se posicionó como uno de los mandatarios más populares de la región, un sentimiento que ha declinado en cierta medida por la imposibilidad que hasta ahora ha tenido el Ejecutivo ecuatoriano para resolver definitivamente el problema de la violencia de los grupos del crimen organizado en provincias como Guayas, Manabí, El Oro, y Santa Elena.