Aún después de las numerosas evidencias que existen sobre el papel de Evo Morales en la desestabilización del Perú, la página electrónica del Foro de Sao Paulo publicó el pasado 23 de enero una nota sobre el lanzamiento de la “CELAC Social”, bajo el liderazgo del líder cocalero de Bolivia.
Hugo “Cachorro” Godoy, secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina, abrió la conferencia de prensa de esta nueva plataforma comunista afirmado que en ella participan una treintena de países que dejarán constituida la CELAC Social, “que es una instancia institucional fundamental, estratégica para la unidad de los pueblos latinoamericanos y caribeños. Es un placer recibirlos en nuestra casa”, expresó.
Por su parte, Mónica Valente, secretaria ejecutiva del Foro de San Paulo, repitió el guión de siempre: “Tenemos sueños de integración, de solidaridad, de desarrollo y sólo lo podemos sostener con una fuerte organización popular. Asistimos recientemente en la insistencia de la extrema derecha de tomar las calles con lawfare, fake news pero por eso es fundamental el desarrollo de la CELAC Social para poder concretar los avances que necesitamos. Tenemos 3 desafíos: la lucha por la democracia, contra el golpismo, contra la desigualdad social y la protección de la Madre Tierra”.
El encargado de cerrar la conferencia fue Evo Morales quien señaló que con la creación de la CELAC Social, seguiran haciendo historia: “Me acuerdo perfectamente que con Fidel, con Chávez, con Kirchner, con Lula, con Correa, constituimos la Celac como alternativa a la OEA. Tenemos la obligación de fortalecer la Celac oficial y la de las organizaciones sociales. Ser apolíticos, antisindicales es la doctrina del imperialismo. Tenemos que seguir defendiendo la democracia y a nuestros gobiernos recientes, a nuestros gobiernos antiimperialistas”.
Es pertinente recordar que todos los mencionados por Morales han sido señalados de corrupción unos, y hasta sentenciados otros, por el mismo delito.
Volviendo a las primeras líneas expresadas aquí; el 28 de enero, es decir, a solo días del encuentro de la Celac, el portal Infobae publicó una nota titulada “Evo Morales continúa entrometiéndose en Perú y pide un cambio constitucional”, en ella citan al boliviano: “Cuando el pueblo se levanta y demanda que se respete su derecho a la vida, dignidad y soberanía, los gobiernos serviles a EEUU y transnacionales lo califican de terrorista. Así justifican la represión y robo de recursos naturales. Paren la masacre de nuestros hermanos en Perú”.
Según Infobae, la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Puno abrió una averiguación contra de Evo Morales, “por el ingreso de balas “dum dum” –munición que se fragmenta al impactar y produce graves destrozos– al territorio peruano, a través de los “Los Ponchos Rojos”, grupos coordinados por Morales pertenecientes al Movimiento al Socialismo (MAS)”.
Evidentemente, a Evo no le importa que se masacre al pueblo cuando la represión la ejercen sus amigos Díaz-Canel, Daniel Ortega o Nicolás Maduro; pero cuando un gobierno democrático busca garantizar la paz y la estabilidad de su nación, defendiendo a la población de las protestas vandálicas promovidas por el propio Morales, entonces sí habla de masacres.
Lo mismo se aplica sobre los demás miembros del Foro de Sao Paulo, que guardan silencio sobre las violaciones a los derechos humanos en Cuba, Nicaragua y Venezuela, pero sobre el Perú intervienen para decir: “Rechazamos la respuesta violenta del Estado contra el derecho a la libre manifestación de la población, y apoyamos las demandas populares para una solución política, pacífica y democrática para esa crisis. Hacemos un llamado a las fuerzas políticas miembros del Foro de São Paulo a construir y apoyar una salida popular y democrática”, según se puede leer en su página electronica de fecha 25 de enero pasado.
