Ecuador espera la llegada de 14 millones de municiones y un segundo cargamento con 10 millones de municiones para la lucha contra el crimen organizado. Está previsto para el 8 de mayo el arribo de dicha dotación, como parte del fortalecimiento de las fuerzas del orden. Esto incluye la capacitación por parte del Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos, FBI por sus siglas en inglés.
El rol del FBI será como apoyo a la policía ecuatoriana. Se enfocará particularmente en las investigaciones relacionadas con terrorismo, narcotráfico y crimen organizado. Dicho apoyo tiene como fin fortalecer las capacidades operativas y tácticas de la Policía Nacional.
De acuerdo al comandante de la Policía 1.700 uniformados serán capacitados en combate cerrado y técnicas operativas. Asimismo las unidades de investigación e inteligencia “tendrán un nuevo enfoque orientado a la tipificación del terrorismo”.
Al momento los uniformados ecuatorianos están en “una reorganización, readecuación, reentrenamiento y un fortalecimiento de las capacidades de la Policía para enfrentar la amenaza del terrorismo”. Así lo detalló el ministro del Interior, Juan Zapata.
El Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe) declaró la lucha contra el terrorismo. Alega que estos grupos irregulares son una amenaza para el país. Como tal, recomendó el uso de armamento letal contra el crimen organizado.
Tras declarar “terroristas” a los grupos de crimen organizado, también cambió la forma en la cual se los combate y el tratamiento que reciben a nivel judicial. Ahora las Fuerzas Armadas pueden participar activamente en la lucha.
Ya se reunió el ministro del Interior, Juan Zapata, en las instalaciones del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) con el comandante general de la Policía, Fausto Salinas, y el Mando Institucional.
“Nosotros en uso de las atribuciones legales, en uso del arma de dotación y de toda la fuerza coercitiva del Estado seguiremos firmes, el país debe recuperar la seguridad y tranquilidad que siempre tuvo, y que la Policía Nacional garantizó por años”, señaló Zapata.
Además, socialmente cambia el enfoque. El término “inseguridad” ha tomado más protagonismo que la criminalidad, dado el temor de los ciudadanos. Por eso ante esta renovada lucha contra el crimen, tanto organizado como el organizado, el ministro del Interior Juan Zapata declara: “El miedo tiene que estar de lado de los terroristas, no del lado de la comunidad”.
Desde la sede del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el ministro de defensa Luis Lara aclaró: «En las zonas más conflictivas del territorio nacional para combatir y erradicar a los grupos criminales y sus aliados que cometen atentados terroristas y masacres, cumpliendo los protocolos y normas del derecho internacional y las disposiciones legales vigentes».
«Pueden estar seguros de que en las acciones contra los actos terroristas no vacilaremos en poner en práctica toda la capacidad, experiencia y profesionalismo de nuestros soldados. Es hora de decir basta a los criminales y sus aliados», agregó.
Socialmente hay división. Hay quienes celebran la participación activa de las Fuerzas Armadas. El ciudadano promedio aplaude la lucha contra el crimen. No obstante, no faltan quienes acusan que es excesiva la fuerza aplicada contra los delincuentes.
Consecuencias legales del terrorismo
Y la figura de “terrorismo” ayudará a perseguir penalmente a quienes incurran en ella. Uno de los problemas más graves del Ecuador es la impunidad. Durante el periodo socialista, el Código Penal y la Constitución resultaron favorables a la delincuencia. Lo cual permite la pronta liberación de los malhechores.
Sin embargo, el delito de terrorismo sanciona con privación de libertad de 10 a 13 años, a la persona que “individualmente o formando asociaciones armadas, provoque o mantenga en estado de terror a la población o a un sector de ella, mediante actos que pongan en peligro la vida, la integridad física o la libertad de las personas o pongan en peligro las edificaciones, medios de comunicación, transporte, valiéndose de medios capaces de causar estragos (…)”.
Para lograr la detención, una de las propuestas de la Policía es poder regularizar las armas decomisadas. Ya presentó el comandante Salinas un pedido para que la Policía utilice las armas incautadas de los grupos criminales.Hasta ahora el 70% de las muertes violentas del país se produjeron con dicho armamento. La Policía de Ecuador ha incautado 47.225 armas, solo entre 2016 y 2023, según datos oficiales. Y en lo que va de 2023, la Policía ya ha decomisado 1.722 armas.
En palabras de Charlton Heston: “No existe tal cosa como un buen arma. No existe tal cosa como un arma mala. Un arma en manos de un hombre malo es algo muy peligroso. Un arma en manos de una buena persona no es peligrosa para nadie excepto para los malos”. De manera que las armas existen. Falta que el sistema judicial permita su uso y que la balanza de la justicia se incline a favor de las víctimas, en lugar de los victimarios. Por ahora cuenta con el respaldo popular para lograrlo.