El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador baraja el 20 de agosto como «fecha tentativa» para convocar las elecciones presidenciales y legislativas, de obligada celebración después de que el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, disolviese el miércoles por decreto la Asamblea Nacional.
Así lo ha avanzado este jueves el vicepresidente del CNE, Enrique Pita, que en una entrevista a la cadena Ecuavisa ha reconocido que todos los plazos deberán ser «ajustados», en la medida en que así lo establece la Constitución. De hecho, el Consejo debe anunciar en menos de siete días la fecha de la votación, a celebrar en un máximo de tres meses.
Lasso recurrió el miércoles a un disposición constitucional bautizada como muerte cruzada, en virtud de la cual el Parlamento queda disuelto pero también pone en juego su continuidad. El presidente y los diputados que salgan elegidos en las próximas elecciones no iniciarán un mandato completo, sino que deberán concluir el que ya está iniciado, hasta 2025.
El presidente argumentó que Ecuador se encontraba inmerso en una «grave crisis política» por la actividad de la Asamblea, que había iniciado ya un proceso de juicio político contra Lasso por acusaciones de supuesta corrupción.