La ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, anunció que el Gobierno de Javier Milei pretende declararle «la guerra al narcotráfico y al crimen», mientras anticipó una serie de medidas para atajar la ola de violencia que vive la ciudad de Rosario, ubicada en la provincia de Santa Fe.
Rosario, la tercera ciudad más poblada de Argentina, se ha transformado en los últimos años en la zona más violenta de todo el país, en medio del repunte que han experimentado allí las actividades del narcotráfico.
Para más señas, la urbe ubicada al sudeste de la provincia de Santa Fe es la única en toda la geografía argentina incluida en la lista de locaciones que el Gobierno de los Estados Unidos considera inseguras, recomendando a los viajeros que se dispongan a visitarla tomar un mínimo de precauciones para ello.
En 2022 Rosario terminó el año con un índice de homicidios de 22,1 por cada 100 mil habitantes, una tasa cinco veces mayor al promedio nacional que registra el país austral en este sentido.
«Vinimos a Rosario con una idea bien clara: declararle la guerra al narcotráfico y al crimen organizado», dijo Bullrich en un acto realizado en la localidad en el que se informó a los habitantes de la misma sobre las intenciones del nuevo Ejecutivo con respecto a la situación de violencia en el área, en medio de la creación de lo que la funcionaria denomina el «Plan Bandera».
Del mismo modo, la titular de la cartera de Seguridad dijo que el Gobierno de Milei buscará atacar el tema del narcotráfico «de manera letal», enfilando en contra de «los cuatro pilares» del mismo: «la comercialización, la logística, la policriminalidad y la demanda».
Se prevé que esta nueva política pública en materia de combate a la criminalidad llevará al Ejecutivo nacional a reforzar la presencia de agentes policiales en Rosario. También está contemplado el hecho de agrupar a funcionarios de élite de las cuatro fuerzas federales (Gendarmería, Prefectura Naval, Policía Federal y Policía de Seguridad Aeroportuaria) para dar pie a un programa de pesquisas destinadas a entorpecer la cadena de distribución del narco.
«Queremos el orden de la paz para ser libres. Hoy los ciudadanos de Rosario no se sienten libres, están bajo el yugo de quienes los extorsionan día a día. Nosotros queremos que no pueda haber un solo milímetro de territorio argentino donde no rija la ley ni la Constitución y los narcos y los sicarios crean que esto es una tierra donde pueden hacer lo que quieran», puntualizó Bullrich.