Los restos mortales del expresidente de Perú Alberto Fujimori, fallecido esta madrugada a los 86 años tras casi tres décadas lidiando con un cáncer, han sido trasladados este jueves al Museo de la Nación, sede del Ministerio de Cultura, donde se instalará la capilla ardiente hasta el sábado.
El exmandatario falleció en el domicilio de su hija Keiko, ubicada en la capital, Lima, y donde ha pasado la noche. Ya en la mañana de este jueves (hora local), seis personas han cargado con el féretro de Fujimori para alojarlo en el interior del coche fúnebre, que se ha trasladado hasta le sede del Ministerio de Cultura.
A la salida de los restos mortales de Fujimori de la vivienda de Keiko se ha observado a la hija del exmandatario con su hermano Kenji agarrado del brazo y ambos vestidos de negro riguroso. Hasta el lugar, custodiado por agentes de seguridad, se han desplazado también simpatizantes y curiosos que han vitoreado al expresidente.
Ya en el Museo de la Nación, Keiko y Kenji Fujimori han velado el cuerpo de su padre. Hasta el lugar se ha desplazado la actual presidenta peruana, Dina Boluarte, acompañada del primer ministro, Gustavo Adrianzén, y el ministro de Exteriores, Elmer Schialer.
Boluarte se ha acercado a ofrecer sus condolencias y abrazar a los hijos del difunto mandatario, para más tarde guardar unos segundos de silencio frente al féretro de Fujimori.
Las autoridades de Perú han declarado este jueves tres días de luto nacional por la muerte del expresidente Fujimori, que falleció de madrugada en Lima. La declaración del Gobierno peruano fija además los funerales por la muerte de quien ha sido una figura política controvertida en el país y garantizan las honras fúnebres que corresponden a un presidente en ejercicio.
