El magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF), Gilmar Mendes, afirmó, durante el I Foro Esfera Internacional en París, la semana pasada, que la elección de Luiz Inácio Lula da Silva se debió a decisiones del Tribunal. Mendes declaró: «Si tenemos la elección de Lula, esto se debe a una decisión del STF«. En abril de 2021, el STF anuló, por 8 votos a 3, las condenas de Lula en la Operación Lava Jato, posibilitando su candidatura en las elecciones de 2022.
J.R. Guzzo, columnista de Gazeta do Povo, comentó las declaraciones del ministro, argumentando que, aunque sectores intelectuales y la izquierda celebren la victoria electoral, fue el STF quien la allanó. Guzzo subrayó que decisiones cruciales del STF, como la anulación de la prisión de Lula y el descarte de acciones penales contra él, fueron determinantes. El prestigioso periodista también afirmó:
«El STF hizo todo lo decisivo para que Lula fuera declarado presidente. No solo decidió anular su propia jurisprudencia y revocó la prisión en segunda instancia, sacando a Lula de la cárcel donde cumplía condena por delitos de corrupción y lavado de dinero. También anuló las cuatro acciones penales en su contra, con la prodigiosa excusa de que la dirección de los procesos era incorrecta, lo que eliminó la ficha que le impedía postularse«.
Además, Mendes expuso sobre el papel del STF frente a las atribuciones del Poder Legislativo y elogió el «éxito» del Tribunal Superior Electoral (TSE) en la «defensa de la democracia» en escenarios desafiantes. También abordó la cuestión del combate a la corrupción por el Poder Judicial. Adujo que, bajo el manto de este enfrentamiento, surgía un modelo totalitario de Estado. Resaltó la Operación Lava Jato, señalando que muchos políticos mantuvieron su actividad gracias a la postura del STF frente a la operación. Es decir, de una forma cínica y audaz, el magistrado se regocija de que el máximo tribunal brasileño haya ayudado a liberar a corruptos condenados en instancias inferiores.
Concluyendo, Mendes argumentó que las críticas a la actuación del STF deben ser vistas en un panorama más amplio, resaltando el esfuerzo de la institución en garantizar la democracia frente a los desafíos de la élite brasileña. De esta manera, así como el Rey Sol de Francia decía «El Estado soy yo«, el magistrado cree ser una especie de reencarnación de la «democracia» en sí mismo.
Ludmila Lins Grilo, jueza jubilada, comentó exclusivamente para La Gaceta de la Iberosfera sobre la declaración de Mendes:
«Él pronunció esas palabras queriendo transmitir la idea de que Lula estaba siendo tratado injustamente y fue rescatado gracias a la valiente actuación del STF. Sin embargo, él sabe muy bien que el STF actuó de manera parcial a favor de Lula, marginando al adversario en un juego sucio (véanse decisiones de censura del documental de Brasil Paralelo y de prohibición de difusión de noticias relacionando a Lula con Maduro y Ortega, lo cual era un hecho real). Las palabras de Gilmar suenan como un pequeño recordatorio al PT del favor que le deben«.
Al ser preguntada sobre posibles soluciones frente a este hecho, Grilo fue enfática: «El camino es el impeachment (juicio político), a través del Senado Federal».
A su vez, Adriano Gianturco, científico político y coordinador del curso de Relaciones Internacionales del IBMEC, dijo que el discurso de Mendes refleja el funcionamiento tradicional de las instituciones: «Actúan en favor de una élite política y sus aliados. Brasil, según la literatura científica, es caracterizado como ‘Patrimonialista’. No hay nada nuevo o único en eso.» Sobre medidas a adoptar ante esta situación, Gianturco sugiere: «Convertir a Brasil en una democracia liberal, estableciendo límites claros para las decisiones judiciales, promoviendo una cultura jurídica de libertad, en contraste con enfoques positivistas y autoritarios.«
Otras declaraciones polémicas de ministros del Tribunal
La reciente declaración polémica de Gilmar Mendes se inserta en un contexto en el que varios magistrados han demostrado inclinaciones políticas. La Revista Oeste destacó otras afirmaciones que evidencian la parcialidad de jueces que deberían mantener la imparcialidad.
El ministro Luís Roberto Barroso causó revuelo al admitir que el Poder Judicial brasileño se politizó. En un evento separado, declaró que «derrotamos al bolsonarismo«, indicando un sesgo político inapropiado para un juez.
Conocido por sus frases impactantes, Gilmar Mendes afirmó que Curitiba «tiene el germen del fascismo«. Además, aludiendo al expresidente Jair Bolsonaro, señaló que quienes pierden elecciones deben «lamerse las heridas y prepararse para el próximo enfrentamiento«.
Alexandre de Moraes, ministro del STF, tiene declaraciones que causaron alboroto, incluida una sobre la posibilidad de disolver un partido y otra en la que mencionó la existencia de «muchas personas para arrestar» en el país.
Finalmente, el ministro Benedito Gonçalves, del TSE, pronunció la expresión «Misión dada es misión cumplida» en la titulación de Lula, intensificando debates al ser el relator de procesos que resultaron en la revocación del registro de Deltan Dallagnol y en la suspensión de los derechos políticos de Bolsonaro.