El recién investido presidente de Panamá, José Ricardo Mulino, dijo el jueves que la crisis económica del país amerita una «contención del gasto público importante», adelantando un programa de recortes en la administración pública que comenzará a aplicarse en los próximos días.
«No estamos en una situación económica boyante (…) La situación es crítica, porque lo es, no voy a mentir (…) viene una contención del gasto público importante que explicará el Gabinete», aseveró Mulino durante una rueda de prensa.
El mandatario ya había asomado en su toma de posesión que las finanzas del país estaban en un estado «preocupante»; sin embargo, ha dicho que no dedicará tiempo de su Gobierno a recriminar la gestión de la anterior administración. Mulino ha estimado la deuda de Panamá en torno a los 50.000 millones de dólares.
En ese sentido ha incidido en que uno de los principales cambios a implementar será el despido de cerca de 400 trabajadores públicos que, a su juicio, no han cumplido función alguna. «Hay gente que nunca apareció por aquí pero sí cobró», sentenció.