«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
André Ventura asegura que el Ejecutivo no contará con su respaldo

El nuevo primer ministro de Portugal renuncia a gobernar con CHEGA y fía la legislatura a pactar con «todos, todos, todos»

Luis Montenegro, Primer Ministro de Portugal

La investidura del XXIV Gobierno Constitucional de Portugal, celebrada el pasado martes 2 de abril en el Palacio Nacional da Ajuda, estuvo marcada por una serie de novedades y desafíos pendientes de resolver. El Gobierno, conformado por la coalición AD y con una mayoría relativa, estará compuesto por 17 ministros, 10 hombres y siete mujeres.

Todos los ministerios se encuentran ante el desafío de abordar numerosos problemas que han sido pasados por alto en los últimos gobiernos socialistas. Es especialmente relevante el desafío que enfrenta la ministra de Salud, Ana Paula Martins, quien inicia su mandato con una solicitud de emergencia para reunirse con la Federación Nacional de Médicos de Portugal (FNAM).

La Federación está demandando medidas para atraer médicos al Sistema de Salud portugués, garantizar salarios justos y condiciones dignas, con el fin de prevenir la fuga de médicos hacia el sector privado o la emigración. Además, es imperativo abordar las sobrecargas en los hospitales, que están afectando su capacidad para atender a todos los portugueses.

Otro ministerio que enfrenta desafíos significativos es el de la Administración Interna, dirigido por Margarida Blasco, quien anteriormente se desempeñó como inspectora de policía durante siete años. Su principal reto consiste en atender las demandas de la policía, cuyo tema ha sido central en los debates de la campaña legislativa debido a sus numerosas manifestaciones, exigiendo una mejora salarial y condiciones dignas.

En el acto de investidura, el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, destacó que los portugueses han optado por otorgar el poder al espectro moderado, aunque con una victoria electoral muy ajustada y un mandato futuro de gran complejidad.

Considerando la falta de una mayoría parlamentaria clara, Marcelo enfatiza la importancia de conocer con certeza el apoyo con el que cuenta el Gobierno, ya que, aunque pueda contar con su colaboración cooperativa, carece del respaldo mayoritario del parlamento portugués.

En este caso, el nuevo primer ministro de Portugal, Luis Montenegro, comenzó su discurso reconociendo la dificultad tanto de la situación internacional como interna, y comparte la responsabilidad con el Partido Socialista. Les insta a definir si serán una «oposición democrática o un bloqueo democrático», solicitando responsabilidad para no rechazar el programa de gobierno y permitir su ejecución hasta el final del mandato.

Además, Montenegro reiteró que su primera prioridad es alcanzar un consenso para establecer una «agenda ambiciosa, eficaz y consensuada de lucha contra la corrupción». Su objetivo es presentar en dos meses una síntesis de «propuestas, medidas e iniciativas que puedan consensuarse» y que fortalezcan la credibilidad del sistema judicial.

André Ventura, líder del partido conservador CHEGA, estuvo presente en el acto de Investidura. Tras las intervenciones, declaró ante los medios de comunicación que su partido «nunca será una fuerza de obstrucción» para el Gobierno, sino que aspira a ser «una fuerza de construcción positiva». No obstante, ha asegurado que el Gobierno no contará con su respaldo, ya que Luis Montenegro «ha dejado claro que su interlocutor principal es el Partido Socialista».

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