El expresidente boliviano Evo Morales ha denunciado un supuesto plan para «defenestrar» a la cúpula del partido gobernante, el Movimiento al Socialismo (MAS), con «guerra sucia, montajes y falsas acusaciones», días después de alertar del robo de su teléfono móvil durante un acto electoral.
«Por más que nos acusen y nos persigan, vamos a luchar siempre con la verdad y honestidad como bandera de nuestro compromiso con los intereses del pueblo», ha dicho Morales, presidente del MAS y una figura clave en la actual escena política boliviana.
El antiguo mandatario ha acusado en Twitter de este complot «a la derecha interna y externa», a los «neoliberales golpistas» que «armaron innumerables juicios, tantas persecuciones, amenazas y atentados». «Nos odian porque hablamos con la verdad y trabajamos por la dignidad de nuestras hermanas y hermanos de la Bolivia profunda», ha añadido.
Estas acusaciones se suman a otras vertidas en los últimos días por Morales a cuenta del robo sufrido el pasado domingo. El expresidente criticó la labor del Ministerio del Interior, a lo que el titular del ramo, Eduardo del Castillo, respondió alegando que no constaba denuncia alguna.