El expresidente izquierdista boliviano Evo Morales viajó el jueves a Argentina, con miras a participar en un encuentro convocado por «organizaciones sociales» locales y que tendrá como centro el rechazo a la llamada «doctrina Monroe», promovida por Estados Unidos hace 200 años.
Dicho planteamiento, habitualmente utilizado por la izquierda como un argumento para enfilar en contra de la política exterior norteamericana, es atribuido usualmente al expresidente James Monroe, basándose en la idea de que Estados Unidos estaba en la potestad de ejercer acciones contra cualquier país que buscase intervenir en los asuntos de las naciones americanas.
El exmandatario boliviano ha enfatizado el carácter «antiimperialista» del evento, poniendo en valor la existencia de los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragüa, a los cuales ha tildado de «humanistas, socialistas y progresistas».
Para Morales, lo importante del evento es transitar del llamado a una «América para los americanos» (como propone la doctrina Monroe) a un continente que promueva una «América Plurinacional de los pueblos y para los pueblos»