La Cámara de Diputados de Chile aprobó el proceso de reforma constitucional que dará luz verde a la redacción durante 2023 de una nueva Carta Magna en el país sudamericano.
El proceso de votación en la Cámara baja, culminado con 109 votos a favor, 37 en contra y 2 abstenciones, da pie a un trámite en el que será un órgano integrado por 50 personas electas por la ciudadanía y un comité de 24 expertos apuntado por el propio Congreso quienes elaborarán la nueva Constitución de la nación.
Así, la totalidad de los integrantes del llamado “Consejo Constitucional” deberán elegirse en las urnas el 7 de mayo; mientras que 12 de los expertos serán designados por la Cámara de Diputados y los otros 12 serán seleccionados por el Senado durante el mes de marzo.
Los votos en contra del mecanismo que plantea el inicio de un nuevo proceso constituyente provinieron esencialmente del Partido Republicano, la formación que respaldó al conservador José Antonio Kast el año pasado en su candidatura presidencial.
Tal cual ocurrió con el proyecto constitucional que fue rechazado por la ciudadanía el año pasado, ante su abierta inclinación hacia la agenda de la extrema izquierda, la eventual carta magna que surja del presente proceso tendría que ser aprobada mediante un plebiscito de salida por la ciudadanía en diciembre próximo.
