La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) denunció a la tiranía de Nicaragua por la oleada represiva contra los medios de comunicación y la libre expresión en el país. Así, la SIP ha contabilizado que en su más reciente embestida el dictador Daniel Ortega ha arremetido contra 11 estaciones de radio y cuatro canales de televisión.
El blanco principal de Ortega en los últimos días han sido emisoras radiales vinculadas a la iglesia católica; institución que se ha plantado contra los abusos del régimen sandinista. De allí que la SIP afirme en su comunicado que existe un “clima de agresiones policiales contra templos católicos y sacerdotes”.
A principios de semana la tiranía ordenó el cierre de siete estaciones de radio católicas, empleando para ello un uso desproporcionado de la fuerza de la policía para irrumpir en las instalaciones de las emisoras y reprimir a manifestantes que salieron a la calle a reprochar la medida.
“Con un solo golpe, el Gobierno de Nicaragua creó un nuevo desierto informativo en el interior del país, donde las estaciones clausuradas prestaban un valioso servicio comunitario a miles de personas”, señaló a propósito de este hecho Jorge Canahuati, presidente de la SIP.
