Una investigación realizada por la Justicia de los Estados Unidos y la Administración de Control de Drogas (DEA), determinó que el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), fue financiado por el Cártel de Sinaloa durante las elecciones presidenciales de 2006, en las que fue derrotado por el candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón.
En concreto la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York habría recopilado testimonios del grupo criminal, donde se afirma que el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva aportó entre 1,85 y 3,70 millones de euros a la campaña de AMLO; todo ellocon la intención de pagar protección de la agrupación delictiva, así como permitir influir en el nombramiento del Procurador General de la República en una eventual presidencia.
Entre los involucrados directos en la trama la Justicia estadounidense ha mencionado a Nicolás Mollinedo, un estrecho colaborador de López Obrador que además fungió como su chofer privado desde el 2000 hasta 2014. En aquel entonces Mollinedo era comisionado regularmente para hacer las recogidas de dinero proveniente del narcotráfico, de acuerdo a la investigación.
Además, también ha sido mencionado el nombre del actual diputado por el oficialista Morena, Mauricio Soto Caballero, quien también es señalado de haber recibido varios sobornos provenientes de dicha organización criminal durante la campaña. Soto Caballero ha sido un permanente integrante del entorno íntimo de López Obrador, habiendo trabajado en sus campañas presidenciales de 2006, 2012 y 2018.
