«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
RECONFIGURA EL CHAVISMO

Maduro elimina la iconografía de Hugo Chávez de las calles de Venezuela

Una valla con los "ojos de Chávez" en Venezuela. Twitter

El “Colectivo la piedrita”, un grupo de choque utilizado por el chavismo para ejercer control social en barriadas populares de Caracas, ha reclamado el jueves al régimen de Nicolás Maduro por desaparecer los murales (pintas) con los “ojos de Chávez” de varias zonas de Caracas, al tiempo que ha llamado a los simpatizantes del régimen a volver a dibujarlos en señal de protesta.

El detalle, que puede parecer menor, pone sobre la mesa un tema que ha tomado algún grado de discusión en la Venezuela actual: el progresivo abandono del régimen de Maduro de la iconografía de Chávez como elemento principal de la propaganda utilizada por la tiranía en el interior de las dependencias públicas, letreros en avenidas principales y fachadas de edificaciones levantadas por el Estado.

“Viendo cómo la contrarrevolución ahora quiere borrar los ojos de nuestro comandante Hugo Chávez, yo llamo al movimiento popular a que en todos los barrios, campos y montañas se pinten los ojos de nuestro comandante Hugo Chávez, señaló en un video difundido en redes sociales Valentín Santana, el líder del “Colectivo la piedrita”.

Santana llegó a ser señalado por el propio Chávez como una persona peligrosa, dadas las habituales amenazas de muerte que profería públicamente a diestra y siniestra, así como las acciones violentas al estilo de las milicias armadas que ejercía contra quien considerase su adversario. En 2009 el fallecido dictador venezolano incluso indicó que había instruido a la Fiscalía de Venezuela para que le detuviesen. Sin embargo y pese a todo aquello, actualmente está en plena libertad.

Aunque hay quien podría pensar que el mensaje este polémico personaje está exclusivamente dirigido a los opositores del chavismo, la realidad actual del país caribeño bien puede desmentirle. Esto dado que quien subrepticiamente parece haber tomado la decisión de borrar a Chávez del imaginario popular venezolano parece haber sido el propio Maduro.

Un reporte de Bloomberg esta semana alude a ello, señalando la evidencia empírica que salta a la vista en las calles de Caracas, en donde la campaña de propaganda del régimen ha suplantado vallas y murales que mostraban los ojos del padre de la revolución venezolana por piezas publicitarias con marcas de ropa que quieren asomar la sensación de que Venezuela está logrando disfrutar de los placeres del consumo y el primer mundo. Una ficción, pero siempre es bueno recordar la máxima goebbeliana de que “una mentira repetida mil veces (…) “.

Chávez, que gobernó Venezuela desde 1999 hasta su muerte, en 2013, fungió durante todo ese trayecto como el sol, único e indiscutido, alrededor del que orbitaban todos los micro-planetas de esa mezcolanza criminal que es el chavismo actualmente. Inapelable, único e insustituible, así era.  

El detalle es que ya el gran decisor no está y, en ausencia del jefe máximo y tras el colapso de la economía del país propiciado por la aplicación del manual del que todo ultraizquierdista en el poder echa mano, Maduro se ha decantado por reconfigurar al chavismo dosificando las consignas revolucionarias, abandonando algunos controles económicos, perfeccionando sistemáticamente la maquinaria represiva del régimen y burocratizando el liderazgo, toda vez que el carisma que monopolizaba Chávez se fue para no volver.

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