El número de colombianos que viven en zonas con influencia de los grupos narcoterroristas se ha disparado un 70% desde el año 2021 y ya son 8,4 millones de personas quienes viven en estas condiciones, según un informe del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).
La amenaza se hace especialmente palpable en zonas rurales, donde operan grupos terroristas que utilizan todo tipo de tácticas para amedrentar, secuestrar e imponer una limitación de movimientos para comunidades completas.
Además, Colombia sigue entre los países del mundo con un mayor número de desplazados internos, con 5,1 millones, mientras que ni siquiera instalaciones teóricamente protegidas por el Derecho Internacional como las escuelas se libran de convertirse en «campos de batalla. Desde enero de 2022, casi 30.000 estudiantes se han visto afectados por la violencia de los terroristas»