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ENCABEZA LOS SONDEOS

Milei: ¿de fenómeno político en construcción a una opción de poder real en Argentina?

El diputado argentino Javier Milei. Twitter

A esta altura del partido el economista argentino Javier Milei dista de ser eminentemente un fenómeno de redes sociales más o un personaje curioso de los muchos que surgen en la política mundial de tanto en tanto pero que, al fin y al cabo, no terminan cristalizando en nada concreto. 

Muy lejos de ello, el hombre que ha sido comparado con un león, dada su profusa melena y su avasallante capacidad de rugir en cada discurso para convencer a la audiencia de las bondades de vivir en sistemas basados en el respeto a la libertad, se va convirtiendo en una certidumbre política en la Argentina actual, como ya lo asoman los sondeos de opinión pública.

A finales de septiembre la firma demoscópica Opinaia dejaba en claro el papel central que ha venido cobrando Milei en el país sudamericano, ante la eventual convocatoria de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que tendrán lugar allí el año próximo, como preludio a la elección presidencial. Así, un estudio conducido hasta el 22 del mes pasado por dicha empresa asoma que tanto el diputado de Buenos Aires como su formación, La Libertad Avanza, estarían tocando máximos históricos de aprobación dentro del público argentino.

Y es que los dos grupos que tradicionalmente han estado en pugna en los últimos años, la izquierda del peronismo kirchnerista (Frente de Todos) y el centro-derecha macrista (cada vez más centro y cada vez menos derecha) de Juntos por el Cambio estarían viendo amenazado el duopolio que han construido en el campo de batalla político de la nación austral.

Esto queda expresado en el hipotético escenario en el que, de hacerse próximamente las elecciones presidenciales, el oficialismo del Frente de Todos obtendría un 28% de los votos, empatando con Juntos por el Cambio que también recabaría un 28% de los sufragios, mientras los libertarios liderados por Milei registran el 23% de las preferencias. A falta de un año para tales comicios la cosa es evidente, como lo apunta el diario local Clarín: no se puede hablar en Argentina ya de una polarización, sino más bien de una clara “pelea de tres”.

Ello tiene especial significación en un contexto en el que en los últimos años el peronismo-kirchnerista fue por mucho tiempo casi que un protagonista único dentro del escenario nacional argentino; todo ello en medio del declive de formaciones tradicionales que habitualmente le hacían oposición como la Unión Cívica Radical (socialdemócrata), y de una disputa a dos establecida posteriormente entre dicho peronismo y el centro derecha liderado por Macri. Esta ecuación hasta hace nada dejaba poco o ningún espacio para pensar en terceras opciones que expresaran una real alternativa al establishment.

En lo que respecta a Milei a título individual, el estudio de Opinaia deja entrever que el político oriundo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el único cuyo saldo arroja un balance positivo en cuanto a percepción favorable. Es decir, solo él cuenta actualmente entre el electorado argentino con un reconocimiento y popularidad superior a su imagen negativa.

De hecho, su popularidad ha dejado de ser un fenómeno estrictamente imputable a jóvenes descontentos con la clase política tradicional argentina o a sectores de clase media. En las elecciones de noviembre del año pasado, las que permitieron a Milei acceder a su banca como diputado, la sorpresa giró justamente en torno al hecho de que La Libertad Avanza mejoró el resultado que había obtenido en las PASO en los sectores más pobres de Buenos Aires: Villa Lugano, Villa Soldati, Villa Riachuelo, La Boca, Barracas, Nueva Pompeya y Parque Patricios. Dicho incremento no pudieron lograrlo en esa ocasión ni el macrismo ni el kirchnerismo.

En el estudio divulgado a finales de septiembre pasado Milei figura además como el líder político que, nominalmente, registra la mayor intención de voto en todo el elenco de precandidatos a presidir la nación sudamericana. Así, éste se apunta el 21% de intención de voto, secundado por Cristina Kirchner con el 14% y Mauricio Macri con apenas el 7%.

La receta del éxito de Milei parece ser clara: utilizar su carisma discursivo para, mediante el sentido común, señalar los efectos empobrecedores que ha tenido para la Argentina mantener en las posiciones de Gobierno a la corrupta izquierda encarnada en los Kirchner, a la vez que desvela la desviación socialdemócrata y timorata de la formación de Macri. Todo ello arropado bajo un mensaje de defensa a ultranza de las libertades del ciudadano.  

Justamente hace unos días el líder argentino estuvo en Viva 22, el festival político-cultural de VOX, enarbolando un discurso cuya centralidad giró precisamente en torno a poner en evidencia los efectos perversos de vivir en países dominados por la izquierda, en contraposición al campo para el desarrollo individual y colectivo que supone vivir en libertad. Sentido común, apenas…

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