Con la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia de Colombia no solo se tensaron las relaciones con Estados Unidos, sino que además se evidencia un leve temor por parte del país norteamericano de que China se expanda aún más en la región de la mano del presidente izquierdista.
Recientemente congresistas estadounidenses se mostraron preocupados por la influencia que trata de ejercer China sobre Colombia, sobre todo porque actualmente Estados Unidos es el principal socio comercial del país suramericano y con la llegada de Petro eso podría cambiar.
Una reunión entre el Gobierno colombiano y un consorcio chino, para lograr acuerdos sobre la ejecución del Metro de Bogotá, podría convertirse en el primer paso para que Petro empiece a desplazar a Estados Unidos y permita que China imponga su poderío también en ese país.
El senador demócrata Bob Menéndez advirtió a Petro en su viaje a Bogotá que «agarrar el dinero de Pekín se acaba pagando». La afirmación surge luego de que durante la última década diversos países de la región prácticamente hipotecaran sus economías para quedar en manos de Pekín.
Los congresistas estadounidenses reiteraron a Petro que no es buena idea facilitar negocios a empresas estatales chinas, porque finalmente podrían tener una doble intención.
Dos empresas, la China Harbour Engineering y la Xi’An Metro Company, son las encargadas de construir el Metro de Bogotá; y una tercera, la China Civil Engineering Construction, se ocupa de crear un servicio de tren suburbano que unirá la capital con una región cercana.
Este es solo el inicio de una inminente expansión china en Colombia, reflejando una vez más los intereses del país asiático de destronar a Estados Unidos como potencia mundial.
«China quiere asegurarse de que Estados Unidos desaparezca como potencia para ocupar la posición número uno y cambiar el sistema internacional a su favor», ha explicado Joseph Humire, especialista en seguridad global, quien agregó que China está avanzando en todos los aspectos, tanto en política, como en economía y en el ámbito militar.
La peligrosa expansión china en la región
En las últimas dos décadas China se ha aprovechado de las debilidades de países de la región para ir destronando la influencia de Estados Unidos. Con préstamos millonarios, acuerdos sin cumplir y negocios irregulares logró convertirse en el segundo socio comercial más grande en Occidente, con US$ 372,000 millones.
China ha ofrecido préstamos a naciones con muy baja calificación de crédito, como Argentina, Bolivia y Venezuela; y con la llegada de Petro detectó una nueva oportunidad ya que el presidente colombiano ha afirmado públicamente que está a favor de una transición energética muy similar a lo que propone el país asiático.
La BBC ya ha revelado que China distribuye al menos el doble de dinero «para el desarrollo de la región» que Estados Unidos y otras potencias importantes. Señala que la mayor parte del dinero corresponde a préstamos riesgosos que generan altos intereses de los bancos estatales chinos y que además “están cargando a poblaciones desprevenidas con una deuda altísima”.
El caso de Venezuela es el más grande ejemplo de esto: en un informe publicado en 2020, la ONG Transparencia Venezuela señaló que la relación con China derivó en una inversión de 68,678.21 millones de dólares entre 1999 y 2019, monto que no pasó por los filtros de contraloría que se establecen en la legislación venezolana.
Hispanoamérica hipotecada gracias a China
Con todo esto hay que recordar que en marzo de 2021 el entonces almirante del Comando Sur Craig S. Faller, admitió que Estados Unidos está perdiendo ventaja en la región frente a China. «La perspectiva estratégica de la República Popular de China, con más de 40 puertos en marcha, importantes préstamos como palanca política y las prácticas depredadoras en la pesca ilegal, están debilitando las instituciones democráticas de este hemisferio», señaló.
«Para obtener más acceso, presencia e influencia en la región, China y Rusia desplegaron la diplomacia médica y las campañas de desinformación, a menudo prometiendo demasiado y no cumpliendo», reiteró Faller.
El funcionario recordó que China logró establecerse en Hispanoamérica sobre todo en época de pandemia, cuando las vacunas fueron el gran instrumento de chantaje. Faller explicó que el régimen asiático ofreció US$ 1,000 millones en préstamos para su vacuna contra la Covid-19, mejora en infraestructuras médicas y firmó acuerdos con Argentina, Brasil, Perú. «Esto endeudará aún más a la región con China que ya tiene 165,000 millones de dólares en préstamos», sentenció.
