El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó mantener suspendido el cese al fuego con la mayor disidencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Estado Mayor Central (EMC), tras los últimos acontecimientos violentos en el país sudamericano, en donde integrantes del grupo terrorista han tenido participación directa.
La decisión fue dada a conocer por el ministro de Defensa colombiano, Iván Velásquez, quien aseveró que la orden del Ejecutivo pasa además por cesar toda comunicación con el grupo insurgente hasta tanto no se «desmonten las economías ilícitas», especialmente en el suroeste del país, que ha vivido un rebrote de violencia en las últimas semanas.
El lunes integrantes del EMC atacaron una comandancia de policía en Morales, Cauca, produciendo la muerte de dos funcionarios y dos presos que se encontraban en el interior de la misma.
El miércoles murió un soldado del Ejército colombiano al enfrentarse con miembros del EMC en el municipio de Patía.
En marzo pasado Petro ordenó la suspensión del cese al fuego mantenido hasta entonces entre el Estado y la principal disidencia de las FARC en los departamentos de Nariño, Valle del Cauca y Cauca; todo ello como retaliación frente al recrudecimiento de los ataques del EMC en dichas regiones.
