«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
en la provincia de Azuay, en el sur del país

Un ataque contra un convoy del Banco Central de Ecuador deja al menos un muerto y ocho heridos

El Banco Central de Ecuador (BCE) informó de un ataque perpetrado el miércoles por 20 criminales contra un convoy de la institución en la provincia de Azuay (sur), en la vía Cuenca-Molleturo, y que ha dejado un funcionario de seguridad muerto y ocho heridos que están siendo atendidos en centros de salud de la zona.

«Gracias a la valiente y oportuna reacción del equipo de seguridad del BCE, se impidió el robo de las especies monetarias que eran trasladadas en un vehículo blindado de esta institución. Esta heroica actuación demuestra el compromiso inquebrantable y profesional de un gran equipo humano con su institución y su país», señala en un comunicado el BCE.

El ente ha precisado además que la Fiscalía General del país procederá a investigar a fondo el «hecho atroz y aprehender a los responsables de este vil ataque que atentó contra la vida de los funcionarios de seguridad de la institución y los recursos de la ciudadanía».

Cantones de ocho provincias bajo estado de excepción

Azuay forma parte del grupo cantones de ocho provincias para las que recientemente el presidente del país, Daniel Noboa, extendió la aplicación de un estado de excepción por 60 días, con miras a combatir el auge de los grupos delictivos dentro de las mismas.

Las localidades impactadas con esta medida son: Guayas, Manabí, Los Ríos, Santa Elena, El Oro, Orellana, el distrito de Quito (la capital del país), y el cantón Camilo Ponce, justamente en Azuay.

«La decisión presidencial se toma para fortalecer el trabajo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en función de defender la soberanía e integridad del Estado, seguridad ciudadana y orden público», señaló en un comunicado oficial la Presidencia de la República la semana pasada.

El actual mandatario ecuatoriano llegó al poder en medio de una crisis política causada en gran medida por el recrudecimiento de la violencia causada por las bandas del narcotráfico en la nación iberoamericana. En tal sentido Noboa inició su gestión decretando la existencia de un «conflicto armado interno» en el país.  

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