Tras haber cumplido una condena de 33 años de cárcel en los Estados Unidos, el exintegrante del Cártel de Medellín, Carlos Lehder, ha publicado el libro de memorias «Vida y muerte del Cártel de Medellín», en donde pretende contar en primera persona sus vivencias en la que alguna vez fue la corporación criminal más grande dedicada al tráfico de cocaína en Hispanoamérica, siendo liderada por el fallecido Pablo Escobar
En la obra, editada por Penguin Random House, el exnarco relata cómo él y sus socios establecieron vinculaciones con los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Panamá, entre otros países, para mover toneladas de estupefacientes con destino a los Estados Unidos.
Así, Lehder, quien hoy vive en Alemania, cuenta que en la década de los ochenta llegó a reunirse con el General Rául Castro y el coronel Antonio de la Guardia para consolidar, entre otras cosas, una base de operaciones en la localidad de Cayo Largo. De acuerdo al exintegrante del Cártel de Medellín las autoridades de la isla se mostraron abiertas en todo momento a dar luz verde al negocio de la droga, siempre y cuando hubiese una retribución económica acorde.
«Cayo Largo, una isla de veinte kilómetros de extensión, con una buena pista de aterrizaje, ubicada a cuarenta kilómetros del puerto de Cienfuegos», especifica Lehder sobre el sitio utilizado por el Cártel en Cuba, luego de gestionar cargamentos de droga que generalmente provenían de Barbados.
El excapo de la droga también señala encuentros con el régimen sandinista en Nicaragua, el cual prestó sus buenos oficios para actividades del narco en la región, e incluso llegó a dispensarle tratamiento diplomático mientras estuvo en ese país.
