«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
REVUELTAS EN ECUADOR

Una falsa misión de DDHH agita la violencia para provocar la caída de Lasso

Guillermo Lasso, presidente de Ecuador.

Los integrantes del Foro de Sao Paulo, el Grupo de Puebla y la Internacional Progresista, han utilizado todas las formas de violencia para forzar un cambio de Gobierno en Ecuador; como el envío de falsas misiones de Derechos Humanos (DDHH) para derrocar al Ejecutivo de Lasso.

El guión de los progres en una y otra nación del continente, es siempre el mismo. Primero fomentan crisis y lanzan a la calle a miles de manifestantes. En esta oportunidad, como hicieron también durante el gobierno de Lenin Moreno, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) -organización vinculada al Foro de Sao Paulo- y que, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos de Ecuador representa el 7% de la población total de la nación, convocó a un paro nacional en demanda a la congelación de precios, condonación de deudas a familias campesinas y reducción de costes de la gasolina. Las protestas “pacíficas” arrojaron muertos, heridos y destrucción de bienes públicos y privados.

Segundo, envían misiones de derechos humanos para “visibilizar el uso desmedido de la fuerza” por parte del Gobierno. Así llegó al Ecuador el 25 de junio la “Misión de Solidaridad Internacional y Observación de Derechos Humanos”, liderada por Juan Grabois, un operador marxista argentino e integrada además, por Marianela Navarro, del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) y Claudia Rocca, de la Asociación Argentina de Juristas, entre otros. Su objetivo real: fomentar y acompañar las protestas, al tiempo que, atacar y desprestigiar a quienes ejercen  la legítima defensa -es decir al Gobierno- pese a que el vandalismo es ejecutado por quienes protestan.

Tercero, desplegar una campaña internacional de denuncias contra el Ejecutivo. Así lo hizo Grabois, afirmando en varias declaraciones, haber constatado «asesinatos, torturas y desapariciones forzadas» por parte del Gobierno, pero nada dijo sobre el asesinato, en medio de las manifestaciones, de José Chimarro Quishpe, sargento primero del Ejército, ni una mención sobre los 120 policías heridos, la docena de patrullas destruidas y la economía paralizada producto de los disturbios.

Se trata del mismo esquema llevado a cabo por una misión similar compuesta también por argentinos, que acusó falsamente al presidente Iván Duque por genocidio durante las protestas vandálicas de 2021.

No es casual que tanto Marianela Navarro como la Asociación Argentina de Juristas que viajaron a Ecuador, hayan participado en la misión de derechos humanos que se trasladó a Bogotá el año pasado. A Juan Grabois se le impidió el ingreso entonces a Colombia, y fue deportado.  

Como podrá constatarse, las denuncias que hacen en Ecuador son prácticamente las mismas que hicieron en Colombia: “Es un escenario de guerra, porque lo cierto es que se está dando un tratamiento de guerra a la población civil desarmada, y del otro lado lo que hay es un sector empobrecido que clama por justicia social, por un conjunto de demandas que jamás el Estado colombiano resolvió. Colombia es uno de los países más desiguales de América Latina”, declaró Marianela Navarro desde Colombia el año pasado. En aquella oportunidad, los integrantes de la misión argentina fueron grabados, y se pudo corroborar que su verdadero objetivo era lograr un cambio de Gobierno en Colombia.

En resumen, esta misión de DDHH no es tal cosa, solo busca agitar la violencia culpando al Gobierno de ella, neutralizar la acción del Estado y de las fuerzas de seguridad, tomar el control de las organizaciones de derechos humanos y -a través de ellas- determinar quienes violan esos derechos y quienes no.  

En otras palabras, esta “Misión de Solidaridad Internacional y Observación de Derechos Humanos” lo que ha pretendido siempre es encubrir los delitos y el vandalismo que han sido promovidos por el Foro de Sao Paulo y sus aliados, pero guarda absoluto silencio sobre los 63 años de infame dictadura en Cuba y calla los terribles delitos contra la población civil y militar que el regimen chavista-madurista comete en Venezuela.

La noche de este martes 28 de junio, la moción de destitución de Guillermo Lasso como presidente de la República de Ecuador fue derrotada. Es decir, no se alcanzaron las dos terceras partes (92) de los  votos parlamentarios, como lo establece la ley local para hacer efectiva la remoción del mandatario.

Al conocer los resultados, Guillermo Lasso expresó, a través de su cuenta Twiter, el compromiso de seguir trabajando por el país: “Defendimos la democracia y ahora debemos recuperar la paz. Pese a los intentos golpistas, hoy prevaleció la institucionalidad del país. Queda en evidencia quiénes trabajan para las mafias políticas. Mientras tanto, nosotros seguimos trabajando por el Ecuador”.

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